Vuelta al cole y cuidado de la columna: Mochilas adecuadas, actividad física y uso de tecnología

Especialistas del Hospital de Clínicas de la UBA hablan sobre cómo conviene que los chicos lleven los materiales a la escuela sin deteriorar su espalda, de qué manera evitar el tech neck y cómo cuidar la salud de la columna en general.
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Advierten que más del 80% de los adolescentes tienen un nivel insuficiente de actividad física. Las consultas traumatológicas por mal uso de los dispositivos electrónicos son cada vez más frecuentes. Con el inicio del año escolar los padres y madres hacen todo lo posible por conseguir lo necesario para la vuelta a clases de sus hijos, lo que incluye la elección de mochilas. El Dr. Andrés Ferrero, médico traumatólogo especialista en patología de la columna del Clínicas (MN 118.271) sostiene que “cada vez son más las consultas por dolores musculares de cuello y espalda, y ya no es solo por el peso excesivo de las mochilas sino también por mal uso de la tecnología o sobreuso”.

¿Cuál es la clave para cuidar la columna de los alumnos?

”Es importante llevar sólo lo indispensable y bien distribuido. En caso de no llevar mochilas con ruedas, es recomendable que la espalda cargue un máximo del 10 al 15% del peso corporal de cada chico. Para ello, se sugiere regular la carga haciendo foco en llevar lo imprescindible. En este sentido, puede contribuir una buena organización previa de los materiales y la posibilidad de dejar en la escuela algunos, como los libros. También es importante reducir el tiempo de carga en los hombros”. 

¿Cómo sería la mochila ideal?

“La mochila ideal es aquella que descansa y se adapta a la curva de las vértebras dorsales y termina por encima de la zona lumbar unos 5 cm, evitando cargar dicha zona. Idealmente las correas deben ser acolchadas al igual que la parte de la espalda y tener una tercera tira, delantera y transversal. También es clave la disposición de los elementos por dentro: los útiles más pesados o las computadoras tienen que ir pegados a la espalda para no tironearla hacia atrás. Si bien las mochilas muy pesadas no generan deformidad a corto plazo, traen alteraciones musculares que pueden causar dolor, como contracturas”.

¿Se incrementaron las consultas en los últimos años?

“Se reciben cada vez más consultas por dolores musculares de cuello y de espalda asociados a un mal uso de la tecnología, lo que incluye el sobreuso de la misma. Al mirar un celular por ejemplo, es frecuente volcar la cabeza hacia adelante, aumentando el peso de la misma. Si esto se repite, genera una tensión en espalda y cuello a la que se denomina síndrome de “tech neck” -en español, “cuello tecnológico”- que, en el desarrollo de niños y adolescentes puede tener una repercusión negativa. Lo recomendable es que las pantallas siempre estén al horizonte, a la altura de la vista. Ya sean teléfonos, tablets, TVs o computadoras, lo ideal es adoptar esas posturas”. 

¿Qué se puede hacer para contrarestar los efectos del uso y abuso de los dispositivos electrónicos?

“La cantidad de horas frente a la pantalla es clave y se debe contrarrestar con actividad física. Más allá de tener la mirada a la altura recomendada y de contar con asientos ergonómicos, como suelen tener las/os gamers, no hacer gimnasia hace que aparezca el dolor en el cuerpo. El sedentarismo genera esto y, si no se estimulan los músculos, empiezan a atrofiarse. Es fundamental promover buenos hábitos desde la infancia. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, más del 80% de los adolescentes del mundo tienen un nivel insuficiente de actividad física y 1 de cada 4 adultos no alcanza los niveles recomendados. Se debe trabajar con los chicos para que se acostumbren a hacer deportes y hagan estiramiento en forma contínua y rutinaria, ya que esto debe ir de la mano con una adecuada recuperación. Quienes hacen actividad física a diario, es recomendable que descansen dos días a la semana y son importantes las horas de sueño -de 7 a 8 hs., como también una buena alimentación y consultar a un traumatólogo para evitar dolores de espalda, cuello y/o una postura alterada. Ante la aparición de algún síntoma, es recomendable no esperar. La prevención es siempre la mejor medicina”.