Estrés crónico: “La enfermedad de estos tiempos“

El estrés agudo es una respuesta fisiológica normal del organismo ante una amenaza o a un peligro percibido, que nos prepara para «huir o luchar». Los problemas aparecen cuando este estado se mantiene permanentemente y se transforma en estrés crónico enfermando nuestro cuerpo.

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La Dra. Raquel Medina M.N. 105298 Média especialista en Medicina Interna y Obesidad, dialogó con INS para que podamos entender las diferencias y consecuencias que esta otra pandemia causa en nuestra salud. El estrés agudo es normal y beneficioso ya que frente a una amenaza externa nuestro organismo la percibe y necesitamos defendernos. En los animales también ocurre, hay un libro que lo representa muy bien y se titula: ¿Por qué las cebras no tienen úlcera? La cebra ve acercarse al león y huye, pero cuando lo pierde de vista, esta respuesta que la defiendió del peligro pasa a un momento de adaptación, posteriormente a otro de relajación y todo el proceso se normaliza. En los humanos pasa lo mismo, pero es importante diferenciar este stress agudo del crónico que es el patológico“ destaca la profesional.

¿Qué pasa si esta respuesta se vuelve crónica?

“La hormona por excelencia del estrés y fundamental para vivir se llama Cortisol. Naturalmente se libera a la mañana y en ese despertar nos pone nos prepara para comenzar el día. En condiciones normales el cortisol interviene en muchas funciones corporales tales como el sueño, el peso corporal, la presión arterial, los niveles de glucemia y también en la síntesis de hormonas sexuales. Por ej. ante una amenaza el cortisol le ordena al hígado que libere rápido glucosa para defendernos, pero cuando este estrés se mantiene de manera habitual los niveles de cortisol se mantienen elevados comienzan los problemas, porque el cortisol elevado de manera sostenida provoca inflamación y enfermedad“.

¿Cuánto afecta el stress crónico a la salud?

“El impacto del estrés a nivel de la salud es realmente significativo, me animo a decir que es la enfermedad de estos tiempos, es como un enemigo silencioso, tiene mucho impacto porque actúa debilitando el sistema inmune. El aumento desmedido y sostenido del cortisol provoca desajuste hormonal“.

Dra. Raquel Medina M.N. 105298

¿Qué relación tiene con la alimentación?

“Este desequilibrio provoca que disminuya una hormona anorexígena como es la Leptina, y se eleven mucho otras como la Grelina y la Insulina para regular los niveles de glucemia, provocando una insulinoresistencia. Si a esto le sumamos hábitos no saludables como el sedentarismo, una alimentación deficiente y falta de descanso, la situación empeora provocando un estado de inflamación crónica leve. Es decir: nuestras células presentan un estado de inflamación, oxidación y envejecimiento prematuro que no siempre se relaciona con el sobrepeso y la obesidad, ya que hay personas que tienen peso normal e igual transitan procesos inflamatorios. La alimentacion es fundamental y debemos educarnos en tal sentido“.

¿Qué papel juega la genética?

La genética condiciona pero nuestros hábitos determinan y modulan la expresión de esos genes, por eso la alimentación es clave, es el principal factor epigenético que condiciona la salud. Podemos aminorarlos o potenciarlos según nuestros hábitos. Por otra parte debemos tener en cuenta que el 70% de nuestro sistema inmunitario está en el intestino al que llamamos microbiota intestinal, y según como nos alimentamos tendremos un mejor o peor sistema inmunitario. La alimentación, el control del peso y la actividad física disminuyen considerablemente el impacto del estrés, porque cuanto más saludables estemos fisicamente, mejor preparados estaremos para enfretarlo. El problema de la sociedad actual es que vivimos en un estrés crónico permanente y la mayoría de las personas por diferentes motivos son muy sedentarias. La actividad física es una necesidad“.

Síntomas de Estrés crónico a tener en cuenta:

  • Insomnio, alteraciones del sueño.
  • Cansancio, fatiga.
  • Irritabilidad.
  • Disminución de la libido.
  • Sobrepeso.

Consejos finales:

  • Consumir alimentación antiinflamatoria:
  • Evitar los alimentos ultraprocesados que tienen exceso de azúcares, grasas trans y saturadas, consumir en lo posible comida real.
  • Incorporar mucha más fibra alimentaria como frutas y verduras. La palta, las coles .
  • Algo fundamental, debemos incorporal Omega 3 que nuestro cuerpo no puede fabricar, como ser pescados como el salmón, trucha, sardina, caballa, atún. También la palta y las nueces lo incorporan.
  • Evitar el tabaquismo que es un gran oxidante celular.
  • La actividad física es un gran antioxidante natural.
  • El correcto descanso nocturno para no alterar el biorritmo que provoca desajuste hormonal.
  • En la medida de lo posble hacer meditación.
  • Controlar el peso corporal.