Dr. Pizzi: “Ómicron me preocupa menos que Delta“

El médico infectólogo Doctor Hugo Pizzi (MN 54.101) en diálogo con INS se refiere a la amenaza de una nueva variante del coronavirus y la necesidad de las terceras dosis de las vacunas contra el virus.
Ph: pixabay.com

Cuando las aguas parecían tranquilas, una reciente variante del coronavirus toma protagonismo en el mundo. Ómicron presenta en general dolor muscular, fatiga y cefalea, pero sin problemas respiratorios. Es decir que la nueva variante es de alta transmisibilidad, pero sus síntomas son leves, de acuerdo a los casos evaluados hasta el momento. La Organización Mundial de la Salud subrayó que la cepa de origen en Sudáfrica presenta “un riesgo muy elevado para el mundo, aunque todavía existen muchas incógnitas, especialmente acerca del riesgo real”.

“Los datos preliminares sugieren que hay un aumento de las tasas de hospitalización en Sudáfrica, pero esto puede deberse al alza del número total de personas infectadas, más que el resultado de una infección especifica de Ómicron”, aclaran las autoridades locales. “Actualmente no hay información que sugiera que los síntomas asociados con dicha variante sean diferentes de los de otras cepas”.

La OMS define a la nueva cepa Ómicron como de “preocupación”. ¿Por qué es tan peligrosa?

“Desde lo que se conoce hasta el momento, si bien es cierto que es una variante preocupante por ser muy contagiosa, no parece ser tan letal ni tan agresiva, como otras cepas. El reporte oficial de actualizaciones nos tranquiliza un poco en tal sentido, aunque sabemos que varios países han cerrado sus fronteras, impidiendo el ingreso de vuelos desde áreas contaminadas con la variante Ómicron. Debemos decir que la preocupación más contundente es en relación a la cepa Delta, lo cual queda claramente en evidencia en los países europeos, donde se advierte la posibilidad de más de 700 mil muertos a causa de dicha variante”.

¿Circula de manera comunitaria la cepea Delta en Argentina?

En nuestro país tenemos circulación comunitaria de cepa Delta, por eso nuestro gran argumento de hoy son las vacunas. Tenemos vacunas a tal punto que las hemos donado a otros países. Si las personas no acuden a vacunarse hay que salir a buscarlos. Cada equipo sanitario móvil debe concurrir a los barrios periféricos, al colegio, al club para tomar toda la circunferencia barrial. Hay mucha gente que no se ha vacunado, tenemos provincias donde más de 10 mil personas se pusieron la primera dosis y no fueron a completar el esquema”.

Actualmente tenemos vida prácticamente normal. ¿Cómo se traslada un mensaje claro a la población en relación a los riesgos que se mantienen?

Todo lo que sucede en Europa es el preludio de lo que ocurre luego en nuestro país. Por eso remarcamos la necesidad de seguir cuidándonos y vacunándonos, ya que es la única manera de poder defendernos. Notamos que la gente ha bajado los brazos en cuanto a cumplir ciertas normas. Una cosa es lo que todos anhelamos, y otra muy distinta es la realidad de la pandemia, en la cual seguimos inmersos”.

¿Qué opina con respecto a las personas que aun dudan de las vacunas?

“Cuando una persona sostiene una ideología, debe llevarla hasta lo último a rajatabla. No se puede navegar en dos mares al mismo tiempo, porque conocemos gente “antivacunas” que ante el menor síntoma por coronavirus acude presuroso a pedir auxilio. Entonces, ¿En qué quedamos? Son personas que desmerecen el valor de las vacunas y luego cuando se siente en riesgo le quita la cama a quien siempre se cuidó siempre y respetó las normas”.

¿Cuál es la explicación de las terceras dosis? ¿Se completa o se empieza con un nuevo esquema?

Existe una estrategia epidemiológica. Sabemos que se fue trabajando sobre cada aspecto que surgía y no se conocían antecedentes. Primero se analizó la vacuna rusa porque fue la primera en llegar. Después hicimos las comparaciones con las vacunas de otros laboratorios. Luego hicimos el estudio de todas las vacunas y su comportamiento frente a la cepa Delta. Cuando se midieron los anticuerpos (estudio publicado) notamos que al sexto mes la vacuna Sinopharm, (que es de excelente calidad), empezaba a bajar suave y delicadamente los anticuerpos (las otras vacunas duran un par de meses más). Entonces se resolvió armonizar, equilibrar y mantener la cantidad de protección necesaria para que el organismo se defienda, y es donde se opta por colocar una tercera dosis. Este es el motivo por el cual se amplió el esquema de vacunas, agregándose una dosis más. No existe riesgo alguno de que a las personas les pase nada malo, no hay efectos secundarios o negativos. Al contrario, porque se trata de una protección sólida frente a las distintas agresiones que ofrecen las nuevas variantes”.

¿Da igual de que marca sea la tercera dosis?

“La experiencia en relación a la combinación de vacunas, demuestra que fuimos colocando vacunas de distintos laboratorios, como una estrategia de necesidad, porque hace un año no había para elegir en nuestro país. Las combinaciones funcionan con mayor solidez frente al virus porque suben los anticuerpos”.

¿Se puede desestimar la tercera dosis y esperar a que se cumpla el año de aplicada la primera dosis?

Eso no es criteriosos porque los anticuerpos bajan. Estamos en un aprendizaje constante y cada novedad tiene una argumentación científica”.