Vitiligo: La enfermedad de las manchas blancas

El vitíligo es un desorden de origen autoinmune en el que se destruyen las células que le dan pigmentación a la piel y se representa por manchas blancas.

_{Por Cristina Cartier}

Se trata de una enfermedad visible que afecta estéticamente al paciente, ocasionando rechazo o poca aceptación en su entorno social, lo cual genera baja autoestima, irritabilidad, aislamiento social, ansiedad y depresión. Los especialistas afirman que “Aparece en el transcurso de la vida. Puede ocurrir a cualquier edad, aunque es muy común entre los 10 y 30 años, y marcar presencia en cualquier área de la piel”.

Esta afectación dérmica de tipo progresiva incluye aproximadamente a un 2% de la población mundial. En el camino de las búsquedas de posibles soluciones, independientemente de los tratamientos médicos, existe la posibilidad de implementar un maquillaje terapéutico que colabore con la estética del paciente para sentirse bien en su vida social. En tal sentido el maquillador profesional Gervasio Larrivey afirma que “Se plantea un debate que es muy reciente, donde todo es válido en este tipo de cuestiones. Por tal motivo hay personas que prefieren transitar la vida sin camuflar sus lesiones, lo cual es genial. Pero también es cierto que el maquillaje ha sido una herramienta enorme para muchos pacientes de vitíligo, porque les permite poder encarar el día a día de una manera diferente. Según mi experiencia, lo ideal es acompañar, encontrar términos amables desde la empatía, utilizando buenos productos que logren un maquillaje que se vea natural”.

INS consulta a la médica dermatóloga, especializada en psicología Dra. Estela Malatesta (MN 84736), quien asegura que “Cada vez se conoce más acerca de vitíligo, lo cual es de gran ayuda para los pacientes, que cuentan con muy buenas opciones terapéuticas para mejorar”.

¿De qué trata el vitíligo?

“El vitiligo abarca factores físicos y del área psicológica. Es importante destacar que es una enfermedad inflamatoria que compromete lo inmunológico del paciente, y que tiene distintas implicancias, porque carga con cierto nivel de estigma en la opinión pública”.

¿Cuáles son sus causas?

“Las causas aún se están estudiando porque no están absolutamente claras, aunque se estima que existe una alteración que produce una inflamación a nivel los linfocitos con una afectación en las células que producen pigmentos (melanocitos). Dicha célula, que esta mezclada entre todas las células de la piel, tiene la capacidad de brindar pigmentos y color a las 36 células de su alrededor. Cuando por algún motivo, como en este caso es la inflamación, deja de producir el pigmento y entonces aparece una mancha blanca, que son las lesiones características del vitíligo. Tiene diferentes formas clínicas porque puede manifestarse en distintas formas. A veces son lesiones redondeadas, asimétricas, o en forma de puntos. Otras veces se manifiesta en el cuero cabelludo, en distintas zonas del cuerpo como manos o pies, en la zona genital, o en lugares más expuestos como son las zonas de roce, es decir en los nudillos o codos. En resumen, se trata de la falta de pigmentos, con presencia de maculas (manchas) sin color”.

¿Se trata de una enfermedad crónica?

“Es una enfermedad crónica que tiene un curso evolutivo impredecible. Suele mantenerse estable en el tiempo, pero también puede presentar remisiones espontáneas. Es decir que es una dolencia que va y viene, ya que se sabe que existe un tipo de linfocitos con memoria, que perduran luego de una inflamación, aparece la despigmentación, luego mejora y desaparece la lesión. Pero dichos linfocitos quedan ubicados en la zona, y a causa de determinado fenómeno, es decir un gatillo, como puede ser un golpe o el estrés, estos linfocitos se activan, vuelve a generarse la inflamación y por lo tanto reaparece el vitíligo en el mismo lugar”.

¿Es un diagnostico sencillo de determinar o puede confundirse con otras enfermedades?

“El diagnostico lo hacemos los dermatólogos clínicamente, es decir en una entrevista con el paciente. Se consulta acerca de antecedentes familiares, aunque no siempre existen. Se sabe acerca de un 30% de los pacientes con antecedentes de familiares cercanos, pero el resto no presenta dicho factor determinante. Es muy fácil la determinación del vitíligo porque es a partir de observar la lesión de la persona. Son manchas características, con un borde bien nítido. Generalmente no hace falta hacer una biopsia, simplemente utilizamos una luz azul en el consultorio para ver si existen más lesiones de las que se aprecian, o para confirmar el diagnóstico. Lo recomendable es hacer una pesquisa para evitar enfermedades a futuro que puedan darse a partir del vitíligo. La piel suele expresar diversos cuadros metabólicos que no son advertidos a simple vista. Se recomienda hacer interconsultas porque existen casos de asociación de vitíligo con problemas de oído o de retina, por lo cual hay que descartar problemas más graves. Es bueno hacer una consulta con el cardiólogo ya que también se asocia esta enfermedad con la hipertensión arterial, trastornos de la glucosa, diabetes, etc. Se pide un laboratorio, una rutina básica para observar los niveles de vitamina D, porque también los problemas endocrinólogos pueden estar vinculados“.

¿El factor estrés puede ser un desencadenante del vitíligo?

“Por supuesto que sí. En todos los sistemas que describimos se encuentra el cerebro, que es un órgano como cualquier otro. Se enferma, se deteriora y es víctima de los trastornos que sufre el cuerpo cuando se eleva el cortisol por el estrés. Este cortisol elevado que va a producir daño en todos los órganos, también lo hará en el cerebro. El estrés crónico también afecta la piel, y es capaz de disparar fenómenos inmunológicos, producir alteraciones en linfocitos, que son los que estimulan la respuesta inflamatoria que es el vitíligo. Está demostrado que esta enfermedad es disparada por quemaduras solares, traumatismos, y también por el estrés”.

¿Puede aparecer en cualquier momento de la vida de la persona?

“La mayoría de los casos se presentan antes de los 20 años de edad. Existe un porcentaje menor de la población en que el vitíligo aparece antes de los 10 años. Puede ocurrir más adelante, pero es más raro. Obviamente que se trata de una enfermedad que puede prolongarse a lo largo de la vida de esa persona, pero por lo general las enfermedades inflamatorias suelen aparecer en personas jóvenes, porque existen diversos componentes, como pueden ser los factores genéticos, cierta predisposición, la emocionalidad, etc.“.

¿Las manchas blancas son los únicos síntomas?

“En general el vitíligo se manifiesta por las manchas blancas tan conocidas. A veces son expresiones un poco más apagadas y luego se transforman en una mancha más franca. Existe la piliosis, que es ese mechón blanco en el pelo, en las cejas o en el bigote, aunque no son las formas más comunes. El vitiligo también aparece en la zona genital por eso se indica un diagnóstico diferencial, ya que puede confundirse con otras patologías“.

¿Se trata de lesiones que pican o duelen?

“Suelen ser completamente asintomáticas. Aunque se recomienda tener mucho cuidado con el sol. Cuando la persona no cuenta con la protección que genera el melanocito, que es el caso del vitíligo, la radiación entra en la piel sin filtro y quema mucho más. Es una piel muy sensible, por lo cual se va a expresarse con ardor y una visible irritación. Es decir que se trata de una piel que hay que cuidar especialmente, con protectores solares y medios físicos para evitar daños”.

¿Cuáles son los tratamientos para el vitíligo?

“Hoy por hoy el panorama se va ampliando en tal sentido. Son enfermedades donde se estudia mucho la inflamación, entonces se abre un camino muy interesante. La idea es descubrir qué teclas se activan y sobre cuáles se puede actuar. Contamos con la ventaja de ciertas medicaciones que actúan puntualmente en la inflamación, se descubren nuevas sustancias y drogas que actúan en forma muy selectiva, lo cual es muy prometedor para quienes padecen vitíligo. Existen tratamientos vía oral y cremas que están en curso, aunque aún no están en nuestro país. Lo que se utiliza actualmente ofrece muy buenos resultados, dependiendo de la fase de la enfermedad. Lo primero que hay que hacer es frenar la progresión del vitíligo, determinando si se trata un cuadro inestable o estabilizado. Si la enfermedad se encuentra activa se debe estabilizar el proceso, lo cual se ejecuta de diferentes maneras. Generalmente se indican corticoides por boca, en distintas dosis y frecuencias. Con esta intervención se consigue que no aparezcan nuevas lesiones por determinado tiempo, tres o cuatro meses quizás. Si transcurre ese lapso de tiempo y las manchas reaparecen, es indicador de que la enfermedad sigue inestable. Luego de esto se intenta re pigmentar la piel y luego evitar recaídas. Entones en esta nueva etapa se pueden utilizar cremas con corticoides, medicación especial y fototerapia que es sumamente útil y tiene varias funciones. La radiación ultravioleta estimula las partes adormecidas y sin funcionar. Por otro lado, se sabe que la luz tiene capacidad inmunosupresora, lo cual hace que disminuye la actividad inflamatoria que es nuestro objetivo. Esta es una herramienta muy productiva, quizá un tanto tediosa porque hay que asistir tres o cuatro veces por semana, pero se obtienen excelentes resultados“.

Hemos escuchado decir a pacientes con vitíligo que agradecen la pandemia porque al usar barbijo no muestran del todo su rostro afectado, entonces evitan responder preguntas de la gente ¿Cuál es el impacto psicológico de esta enfermedad?

“El estigma es tremendo y esto impacta mucho en las personas con vitíligo. Seguramente se trata de personas que empezaron la enfermedad en su niñez, lo cual les hizo padecer burlas y atropellos por parte de su entorno de estudio y social. Lamentablemente la persona se construye con esta circunstancia tan triste, porque la enfermedad empieza a tener un lugar preponderante y repercute en la personalidad de ese individuo, y de grande deberá trabajar mucho para no sufrir, y asumir su enfermedad con optimismo. Por eso es tan importante aprender acerca de su propia enfermedad, porque así puede avanzar para mejorar y vivir normalmente. Lo que angustia a las personas es el desconocimiento, por lo contrario, averiguar y asesorarse tranquiliza notablemente. Es necesario evaluar todos los aspectos del paciente con vitíligo, porque existe mucha carga emocional y social. No se puede dejar los aspectos psicológicos al margen de lo que le pasa en la piel a esa persona. Es una enfermedad que genera mucha ansiedad en pos del éxito que pueda tener tal o cual tratamiento. Tener vitíligo no implica tener un problema psicológico, porque no es así. Lo único que consigue esta postura, es estigmatizar a esa persona y que le genere mucha más angustia. Hacer una psicoterapia es fundamental para tener herramientas y lograr manejar lo mejor posible su cuadro, lo cual no significa un problema mental.”