La terapia ortomolecular fue creada por el médico Linus Pauling en 1969. Se trata de una rama alternativa de la medicina, orientada a mantener la salud humana a través de la suplantación nutricional.
Por Cristina Cartier
Muchas celebridades pusieron en el tapete su implementación asociándola a demorar las características del envejecimiento de la persona y evitar enfermedades. Un estilo controvertido que encaran algunos médicos, explicados por el Dr. Martin Sobarzo, médico interno especializado en la materia. INS le consulta al especialista acerca de qué se trata la terapia ortomolecular: “Es algo controvertido sí. Es una nueva visión de la medicina, donde vamos a las causas de los síntomas y enfermedades, es decir que se trata de una medicina preventiva. Entendemos que el cuerpo tiene todos los mecanismos necesarios para funcionar correctamente, que saben controlar los procesos patológicos. La cuestión que las persones con malos hábitos, mala nutrición, un mal manejo del estrés, una falta de suplementación, los mecanismos fisiológicos del organismo, no funcionan bien y es cuando aparecen las enfermedades. Se intenta ir a la raíz de los síntomas, y no a la medicalización fácil. La idea es no recurrir al analgésico si hay migraña, ni recurrir al antiácido si existe una gastritis. La medicina ortomolecular busca las causas para evitarlos de una manera natural”.
¿Qué significa el término?
“Orto significa corrección. Es decir, que es la corrección de las moléculas, de la bioquímica humana a través de determinadas herramientas”.
¿Se trata de una medicina alternativa que acompaña la tradicional?
“Es una medicina complementaria que no niega el gran aporte de la medicina tradicional. Seguramente los pacientes necesiten de un abordaje de su patología con medicamentos. Pero la idea es llegar antes del síntoma o enfermedad con una medicina preventiva. Se implementa una alternativa natural, a través de la alimentación y de suplementos vitamínicos, de aminoácidos, es decir de aquellas sustancias que el cuerpo humano posee, pero que se encuentran en deficiencia. La medicina ortomolecular no niega la medicina tradicional ni su gran avance. Actualmente contamos con baipás, trasplantes de órganos, diálisis renal, pero la idea es no llegar a necesitar estas posibilidades médicas. La medicina debe dar respuestas a las patologías crónicas a las cuales no queremos llegar”.
¿Qué función cumplen las moléculas en el organismo humano?
“La unidad funcional y estructural del cuerpo se denomina células, que, dependiendo en qué parte del sistema se encuentren, tienen un nombre especifico. En el cerebro, neurona, en el hígado hepatocito, en el corazón miocardiocito, etc. Si a las células les damos los nutrientes necesarios para que funcione correctamente, no se enferman. Aquí aparece la teoría del envejecimiento. Las teorías indican que si no existieran las enfermedades o los agentes nocivos, las personas morirían oxidadas. Todo producto de combustión de un sustrato, genera tanto energía como residuos. En el cuerpo eso se llama estrés oxidativo, que forman los famosos radicales libres, que son los causantes del envejecimiento. El cuerpo posee un sistema antioxidante, el problema es que cuando no se le da a las células, minerales, aminoácidos, todo elemento necesario a través de nutrición y suplementación, ese sistema antioxidante se ve superado por la oxidación celular, por lo cual aparecen las enfermedades”.
¿Es como un desequilibrio?
“Exactamente. Se trata de un desequilibrio permanente, entre la oxidación y antioxidación, que deben estar bien activas y nutridas para que el cuerpo funcione bien”.
¿Existen alimentos que si y alimentos que no?
“Siempre actuamos frente a un paciente con el acompañamiento del nutricionista que colabora con cuestiones como la sustitución de alimentos. No es la idea hablar de dietas o modas, sino de los alimentos que son inflamatorios y producen oxidación, y qué alimentos son antiinflamatorios y mejoran la oxidación celular. Actualmente conocemos los efectos del consumo excesivo de harinas de trigo sobre el metabolismo. Este grupo de alimentos generan aumento de azúcar en sangre, y aumento de la hormona que nos ayuda a mantener el azúcar en línea, que es la insulina. Cuando la energía de harinas y dulces no se metabolizan se transforman en grasa. A esa insulina le cuesta mucho mas hacer su efecto. Con esta situación se ingresa a un estado de pre diabetes, que se conoce como resistencia a la insulina. Cuando hablamos de una alimentación antiinflamatoria, nos referimos a restringir cantidades de harina blanca, azúcar y edulcorantes”.
¿Se consiguen buenos resultados?
“Se observan muy buenos resultados en pacientes que se comprometen en retirar los alimentos inflamatorios, ya que se bajan las dosis de medicamentos. Está demostrada la reacción cruzada que existe entre los alimentos y determinados órganos que suelen enfermarse de manera autoinmune. Es decir que generan cierta resistencia, que actúan contra los propios componentes del cuerpo. La medicina ortomolecular es inteligente porque contrasta lo que se puede ver, con los efectos o terapias que se aplican. Se puede decir que la medicina tradicional fracasó en determinadas cuestiones”.
¿Se restringe la carne roja?
“El hombre en sus inicios comía carne y plantas. La teoría de que la carne produce algún tipo de cáncer, lentamente se está revirtiendo. Quizá sea más importante observar el procesamiento de las carnes. El huevo, las nueces, la palta son alimentos antiinflamatorios. Envejecer es inexorable, lo hacemos día a día. Lo importante es mirar la velocidad en se envejece, y los problemas de salud que puedan aparecer”.
¿Se puede mirar lo que está pasando dentro del organismo?
“La medicina ortomolecular puede medir el grado de oxidación celular. Existen parámetros bioquímicos que la medicina tradicional no pide, que resulta una herramienta fundamental para un abordaje integrativo del paciente. Aquí entra en juego la responsabilidad del paciente en su propia salud, quien debe empoderarse y hacerse cargo”.
¿Por dónde se empieza en una primera consulta?
“Fundamentalmente se hace una evaluación del paciente con un interrogatorio. Se consulta cuántas horas duerme por día, si es un sueño profundo o no, si se levanta con energía o cansado. Se averigua si hay exposición inteligente al sol, ya que este es fuente de energía. Se pregunta qué tipo de alimentos forman parte de su dieta diaria. Si hace actividad física, con qué intensidad y frecuencia. Se averiguan antecedentes familiares y enfermedades, para conseguir una especie de fotografía de esa persona”.
¿Las personas van por curiosidad o ya saben de qué trata la medicina ortomolecular?
“Muchos saben que van a buscar una mejor calidad de vida. Quizás muchos no han tenido respuestas en la medicina tradicional. El mejor ejemplo es aquel paciente que se siente estresado, que se cansa, pero que no sale nada en sus análisis, que cuentan con buenos parámetros. No se sabe cómo justificar al paciente que viene con un análisis de sangre normal, en cuanto a lo que verdaderamente le está pasando”.
¿Se analiza solo lo fisiólogo o también cuenta lo emocional?
“Al paciente se lo analiza de manera integral. Hay que escucharlo. El 90% de los diagnósticos se obtiene de la entrevista, dejando hablar al paciente que suele relatar muy claramente lo que siente. El estrés genera aumento de la cortisona que hace aumentar el azúcar, etc. La mirada integral es fundamental para el éxito terapéutico del paciente. Se hace un test de laboratorio ortomolecular, que es un estudio mucho más complejo que los comunes. Son análisis de sangre y orina donde se miden distintos parámetros. Sabiendo que mínimas falencias de algunos minerales, etc., pueden ser las causas de la dolencia del paciente”.
¿Se llega a un diagnostico que difiere del de la medicina convencional?
“Totalmente. El 80 % de las patologías crónicas se pueden aborda desde lo nutricional. Que tu alimento sea tu mejor medicina es lo que se considera cada vez más”.