Las personas con dromomanía no puede evitar la tentación o necesidad de moverse constantemente de lugar. El simple hecho de viajar se vuelve una obsesión que altera notablemente su calidad de vida.
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La Dromomanía está dentro del espectro de trastornos de la ansiedad, como también podrían ser los ataques de pánico o los trastornos obsesivos compulsivos. Suele comenzar de manera simple como ser un viaje corto o escapada de fin de semana, que luego se repite cada vez con mayor frecuencia hasta que finalmente termina generando un «síndrome de abstinencia» que sólo un nuevo billete de avión, tren, o destino nuevo es capaz de calmar.

Se observan tres síntomas recurrentes:

Dificultad para controlar el impulso, deseo o tentación de viajar, a pesar de tener consecuencias económicas, familiares, etc.

Sensación de tensión creciente, en forma de malestar emocional inmediatamente antes de ejecutar la acción (irse de viaje).

Bienestar, gratificación o liberación en el momento de viajar.

En INS dialogamos con el Dr. en psicología Marcelo Ceberio (MN 9987) IG: https://instagram.com/marceloceberio?igshid=MzRlODBiNWFlZA== describe para INS las características puntuales del denominado impulso o deseo anormal de viajar.

¿Dr. Ceberio qué es la Dromomanía?

“Existe una serie de trastornos que se van sumando a la lista tradicional. En este caso la dromomanía trata de la ansiedad de trasladarse de un lugar a otro. Este inconveniente emocional surge de las patologías nuevas relacionadas con la globalización. Actualmente las personas pueden trasladarse en pocos minutos de un lugar a otro. Esto ha generado en personas con una base ansiogénica (que genera ansiedad en el individuo) muy importante, la necesidad de trasladarse continuamente, con cierta inestabilidad y la dificultad de poder afincarse en un solo lugar. Pueden pasar de estar en su propia casa y sentir ansiedad de salir a tomar un café con un amigo, y de ahí van a otro lado. Es decir que se trata de personas con una hiperactividad social importante, con la particularidad de que no terminan de estar en ningún lugar plenamente, ya que están pensando el próximo lugar donde ir, permanentemente están buscando satisfacción y no la encuentran porque siempre piensan en lo que va a venir sin concentrarse en el presente”.

¿La necesidad de moverse sin parar, o cumplir con las visitas y mandatos familiares de fin de semana genera estrés?

“A muchas familias, parejas o individuos les cuesta muchísimo poner límites al entorno y buscar la forma de estar en casa sin hacer nada. Debemos aprender a decir que no a las distintas invitaciones familiares, lo cual permite un espacio para relajarse sin moverse del hogar y lograr disfrutar el momento. Al menos tomarnos un fin de semana de vez en cuando y romper los mandatos sociales, tratando de parar y descansar. No es necesario ir todos los fines de semana a la casa de los padres o cumplir con rutinas que pueden ser agobiantes y cansadoras”.

¿Las redes sociales juegan un rol en este tipo de comportamientos?

“Las redes sociales influyen mucho y forman parte de otro cuadro de diagnóstico actual que los hacen depender de lo que hacen otras personas. El sindrome Fomo (Fear of missing out), es el miedo a no estar donde están todos, un fenómeno de estos tiempos, donde adolescentes y adultos jóvenes están en una reunión y ven en sus celulares que otros amigos están compartiendo una cerveza en otro lugar, y se lamentan y angustian por no estar ahí en ese momento”.

¿Cómo se puede tratar esta compulsión?

“Como todo trastorno de ansiedad puede medicarse con ansiolíticos de última generación que son muy buenos, pero fundamentalmente hay que cambiar la filosofía de vida, lo que implica hacer psicoterapia para modificar la filosofía de la vida cotidiana y resolverlo. Estas personas, básicamente no se permiten disfrutar de cada uno de los lugares a los que viajan. Para ellos es muy difícil o imposible vivir el tiempo presente, consentrarse, prestar atención plena a lo que se está haciendo en ese preciso momento, ya que están pensando en lo que va a pasar o en lo que pasó. En general todos estamos muy habituados a deambular en la historia y en el proyecto, y si bien el presente es efímero, perdemos el contacto con el ahora que es tan importante“.