Enuresis y fimosis: Pueden aparecer al dejar los pañales

Determinadas afecciones de los niños causan desconcierto y preocupación en sus padres. En relación a enuresis y fimosis, es importante saber que no se trata de enfermedades, sino de situaciones de fácil solución.
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¿Qué es la enuresis?

“Sucede en aquellas personas que se levantan mojados durante la noche. Esto conlleva mucha angustia para los padres, ya que su hijo se hace pis en la cama sin darse cuenta. Se diferencian dos grupos: quienes no llegan al baño, y quienes se levantan completamente mojados. Esta situación implica una connotación importante en la dinámica de la familia, porque se empiezan  a cambiar algunos ritmos y rutinas de ese hogar”.

¿Qué tan frecuente es la enuresis?

“Se ve mucho en el consultorio, aunque no es lo más frecuente. Cabe destacar que no se trata de una enfermedad, sino de problema que afecta a los niños que dejan los pañales, donde ocurre la incontinencia de la orina. A veces, por distintos factores, aparece esta falla que significa una regresión del niño. Esto ocurrió mucho en pandemia, donde muchos niños volvieron a usar pañales, lo cual tiene un componente psicológico. Siempre se indaga acerca del entorno familiar, si ha ocurrido una separación de sus padres, o alguna otra cuestión que hubiera podido afectar al niño. Es decir que puede funcionar a modo de alarma emocional”.

¿Ocurre sólo en bebés?

“Puede pasarle a niños de 9 o 10 años, lo cual se relaciona con el desarrollo madurativo del eje de micción. Solemos explicar que el sistema urinario es como el sistema nervioso, donde se desarrolla, un sistema que llega por los nervios a la vejiga. Normalmente, los bebés se orinan, al no tener los puntos de gatillo, la vejiga se llena, se contrae, y se orina. A medida que la persona crece, frente a  diferentes estímulos, entra la parte social, donde el niño sabe que no debe orinar en cualquier lugar. En los niños con enuresis, por cuestiones orgánicas o psicológicas, la vejiga sufre contracciones involuntarias que generan el proceso de la micción. Habitualmente la persona siente ganas de orinar y va al baño, estos pacientes en cambio, no poseen dicha sensación y directamente se levantan mojados”.

¿Qué actitud deben adoptan los padres?

“Lo primero que deben hacer los padres, es no retar al hijo cuando ocurre la situación. No sirve castigar porque el niño siente culpa y se incrementa el problema”.

¿Qué hace al médico para atender el problema?

“En primera instancia se descarta algo orgánico, que no exista un problema en la vejiga o en los riñones. Se analiza el impacto psicológico, para advertir algún posible trastorno que requiera atención profesional. Se lleva adelante una terapia conductual, para comprobar si se trata de un niño hiperactivo que durante el día no hacen pis, porque se distrae jugando y vive con mucha ansiedad. Lo que se hace es educar a la vejiga, donde se le propone al niño sentarse para hacer pis. Invitarlo a orinar cada tres horas, evitando que beba líquidos cerca de la hora de dormir. Se intenta despertar al niño cada tres horas para ir al baño, y lo mas frecuente es que con solo este mecanismo, se resuelve el problema. Si esto no ocurre, se  sugiere una medicación que evita la formación de orina durante las noches. Se empieza con dosis muy bajas, se controla cada mes, hasta retirar la medicación, ajustado la terapia”.

¿De qué trata la fimosis?

“Se trata de la fimosis fisiológica. Los varones tienen el pene con la piel que cubre la cabeza (prepucio). Los niños nacen con todo pegado, a medida que se tienen erecciones, que son normales e inconscientes, se va ayudando a que la piel se vaya para atrás. En determinado periodo de la vida se debe rebatir la piel en su totalidad, de lo contrario se pega, y se llena de suciedad. Si el niño orina normalmente, se espera la fimosis hasta  los 4 o 5 años. Es decir no se le hace nada al niño. A partir de esta edad se debe liberar el prepucio, donde se usa un corticoide al  momento de bañar al niño, se le enseña a tirar la piel hacia atrás. Cuando eso no se despega del todo, quedan adherencias, que se resuelven con un suero anestésico, para que no haya dolor. De esa manera se resuelve el problema. Si se deja estar, pasa a un cuadro patológico, donde la cabeza del pene no vuelve a salir hacia afuera. Esto causa irritación y múltiples inconvenientes para ese niño, y futuro adolescente”.