La preadolescencia en las niñas despierta un sinnúmero de dudas y preocupaciones en sus padres. Se recomiendan revisiones ginecológicas anuales, centradas en el sistema reproductor femenino a partir de los 12 años, que es la edad promedio del despertar ovárico, donde toma mucha relevancia la comunicación para aprender y atravesar lo mejor posible los cambios en esta nueva instancia.
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Por Cristina Cartier

Antes de dicha etapa surgen inquietudes relacionadas con las formas correctas de higiene, la presencia de flujo vaginal y otras consideraciones en el crecimiento de las niñas que ocurre entre el tiempo en que empiezan a desarrollarse los botones mamarios y unos seis meses antes de su primer periodo. La ginecóloga Dra. Sabina Gotusso (MN 93454) menciona las situaciones más comunes de consulta.

¿Qué es el flujo vaginal y cuáles son sus causas?

Es normal en una recién nacida, hasta la tercera semana de vida puede presentar un flujo blanco que se pega en los labios, producto de los estrógenos maternos que pasaron al bebe. Se trata de algo absolutamente fisiológico por lo cual no se necesita tratamiento, porque se va solito una vez que esos estrógenos se diluyan. Otro momento donde la aparición de flujo es normal, es cuando se acerca el desarrollo puberal. Generalmente en la infancia, al no haber estimulo hormonal, las niñas no presentan flujo, pero cuando empieza a despertarse el ovario, aparece un tipo de flujo que puede ser transparente o blanco, pero sin olor, que no pica ni arde, y tampoco requiere tratamientos”.

¿Cuándo debe llamar la atención?

“Cuando es anormal mancha la bombacha, es de color amarillo o verde, o blanco muy espeso, que genera una irritación externa en los labios de la vagina y ardor en la zona. Se puede dar por la presencia de algún germen que ingresó, o por un problema del ph (grado de acidez) que aumentó más de lo habitual. El ph normal de las niñas es neutro por lo cual se recomiendan jabones neutros también, es decir sin perfumes porque estos pueden ser generadores de flujo. Hay que considerar que la ropa interior sea de algodón, porque todo lo sintético (nylon etc.) pueden generar presencia de flujo. Tener en consideración la posibilidad de parásitos, porque existe uno determinado que está en los intestinos, que al romper sus huevos allí, sale la larva por la zona anal y esto genera picazón allí mismo y en la nariz, y por las noches suele ser más molesto aún, lo cual puede generar presencia de flujo. Se determina el diagnóstico y con un tratamiento antiparasitario se soluciona rápidamente.

¿Se relaciona el flujo con el primer periodo de la joven?

Previo a la menarca (primera menstruación), es normal tener flujo porque es señal de que se activó el ovario, pero se trata de un flujo que no pica, no arde y no necesita tratamiento. Cuando en la adolescencia comienzan los ciclos normales, se presentan diferencias en el flujo a lo largo del ciclo. Una vez que se retira, el ovario empieza a activarse y el folículo crece, libera estrógenos, que estimulan las glándulas que producen el flujo, y este aparece transparente y sin molestias. Una vez que ocurre la ovulación, ese flujo es más blanco y espeso, hasta la próxima menstruación. Es decir que existen variaciones naturales del flujo a lo lardo del mes. En una niña de 9 años, alejado de la menarca, es un flujo alterado, que por lo general se debe a cuestiones de higiene. Por supuesto que el profesional debe tener presente investigar un posible abuso sexual, porque cualquier alteración fuera de lugar debe llamar la atención, porque pueden ingresar gérmenes de transmisión sexual que alteran ese flujo, o la presencia de un cuerpo extraño en la vagina (se meten pelotitas de papel, o ingresa arena simplemente), que a veces requieren una intervención para sacar ese elemento, y recién ahí se termina la presencia del flujo señalado. Hay que considerar también el periodo de exploración de las niñas, entre los 4 o 5 años se da la masturbación normal en los niños, y a veces sin la higiene necesaria puede ocurrir que se genere flujo.  El 80% de los casos se producen a causa de los hábitos de la familia, en relación directa con el aseo de la niña. Es decir que se trata de una cuestión totalmente reversible porque cuando se detecta la causa, en pocos días se resuelve solo y sin medicación”.

¿Qué hábitos pueden provocar el flujo en las niñas?

“Es muy común poner las niñas en la bañadera a jugar en el agua. Debemos tener en cuenta que la bañera debe estar perfectamente limpia para evitar un contagio determinado a través del contacto con dicha superficie. Si la menor permanece mucho tiempo en esa agua tibia, se genera una alteración en el ph vaginal lo cual puede favorecer la presencia de gérmenes en la vagina, porque se cambia la flora vaginal. Suelen usarse juguetes de plástico a los cuales les ingresa agua, y es donde se desarrollan hongos que luego pasan al agua. Se recomienda que no sean los mismos elementos con los que juega afuera que dentro de la bañera y evitar aquellos con orificios que acumulen agua”.

¿Cuál es la importancia de la higiene personal de las niñas?

“Debemos prestar mucha atención a la higiene después de defecar porque las mujeres tenemos la particularidad que el orificio de la uretra, el de la vagina y el del ano, están muy cerca unos de otros, y sabemos que en la materia fecal hay muchos gérmenes, por lo cual puede existir contaminación hacia adelante y generar o una alteración en el flujo o una infección urinaria. Usar el bidet es una costumbre que hay que erradicar porque en el caso de las mujeres es totalmente contradictorio en cuanto a higiene. Ocurre que la ducha del bidet choca la zona anal y puede llevar con micro gotas los gérmenes hacia adelante. Por eso la manera correcta de higienizarnos debe ser siempre de adelante hacia atrás, ya sea con papel o algodón. Por eso las madres deben intentar enseñarles a las niñas, y cuando son pequeñas y no llegan al suelo, deben limpiarse correctamente, quizá bajarse del inodoro y limpiarlas de pie”.

¿Cuáles son los primeros signos de pubertad y las preguntas frecuentes de las preadolescentes?

“Es importante mencionar acerca de los cambios en el cuerpo (crecimiento de senos, vello corporal, aumento de estatura, caderas más anchas), que empiezan a manifestarse con la presencia del botón mamario, que es el primer signo de pubertad en la mayoría de las niñas. Se trata de unos bultitos del tamaño de una moneda debajo del pezón. No es raro que el crecimiento de los senos comience primero por un lado y luego por el otro.

Lo más común es consultar acerca de la higiene y el uso de todo lo que hay a disposición (toallitas femeninas, tampones, y lo más nuevo que es la copa menstrual). Lo ideal es hacer una introducción al mundo femenino aclarándole cuando hacer una consulta si algo sale de lo normal. Siempre considerando que la menstruación debe durar entre tres y siete días, que hay que observar la cantidad que baja porque si se trata de ciclos demasiado abundantes puede generarse una anemia. Otro parámetro a tener en cuenta es la frecuencia de la menstruación, ya que, en el desarrollo de esa niña, puede haber hasta tres años para lograr regularidad. De manera que, si se presenta una menstruación, y pasan 4 meses hasta que aparezca la segunda, es un proceso normal. Lo que no debe ocurrir, es que se presente antes de 21 días una de la siguiente. Otro tema que le preocupa a las jóvenes, es si habrá dolor en estos procesos. Generalmente en los primeros ciclos no existe dolor, pero después cuando el eje sexual es más maduro, y los ciclos son casi todos ovulatorios, dependiendo del umbral del dolor de cada adolescente y de las sustancias inflamatorias que se liberan luego de ovular, puede haber más o menos dolor. Hay mujeres que no tienen ningún malestar, otras que es mínimo, de un solo día u algunas horas que ni siquiera requiere medicación. Pero en algunas adolescentes se presentan dolores importantes que alteran su cotidianidad, ya que deben faltar al colegio, necesitan permanecer acostadas, o presentar vómitos, etc. Obviamente cuando aparece este tipo de cuadros, no tiene sentido soportarlos porque existen muchas alternativas para este los malestares. A los antiinflamatorios es bueno usarlos un par de días antes de la fecha estimativa de la menstruación porque las sustancias inflamatorias que se liberan, empiezan a actuar y producen inflamación, antes de que venga la menstruación, por eso no hay que esperar a que llegue el dolor, sino por lo contrario prevenirlo para pasar mucho mejor. Otra alternativa es inhibir la ovulación, con algún tipo de anticonceptivo, de esta forma se consigue la misma cantidad de hormonas durante todo el mes, por lo cual no se presentan ni subidas ni bajadas y entonces no se generan sustancias inflamatorias y se reduce mucho el olor menstrual”.

¿Qué es el síndrome premenstrual?

“Ocurre 5 días previos a menstruar y se va intensificando. Consiste en que se altera notablemente el estado de ánimo, el humor, incluso aparece sensación permanente de tristeza, dolores, retención de líquido, se nota mucha diferencia de peso en esas semanas previas, con respecto al peso habitual (de hasta 3 kilos). Muchas necesitan comer dulces, que lamentablemente empeoran estos cuadros, porque es de lo que se alimentan los hongos, entonces se estimula mucho su producción. Hay personas muy sensibles a todas estas sustancias inflamatorias, y hormonales. Es un síndrome que puede tratarse perfectamente para contrarrestar el malestar general de la mujer“.