Algunas personas que se recuperan de Covid-19, tanto aquellos casos en los que han sido hospitalizados o que hayan tenido síntomas leves, han manifestado tener efectos mentales y cognitivos persistentes. Esto se denomina “niebla mental” y afecta a las capacidades de las personas, entre ellas la pérdida de memoria, la confusión, las dificultades para concentrarse, etc. En INS entrevistamos a la Dra. Julia Lembo, Médica especializada en Neurocirugía (MN 118785) para que nos brinde detalles.
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Por Guillermina Negrete

Hay un grupo de síntomas de la esfera cognitiva que se caracterizan por ser leves, que tienen duración variable y afectan con más frecuencia a pacientes que han tenido COVID grave, como también a los que han tenido leve, que se conocen con el término coloquial de Niebla Mental o cerebro COVID. Estos síntomas tienen que ver fundamentalmente con trastornos para la concentración, atencionales y de la memoria tanto anterógrada como retrógrada. Los pacientes por ej. tienen fallas en la memoria semántica, se olvidan de los nombres o no pueden denominar un objeto, dónde dejaron algo hace unos minutos, así como algún otro desorden disejecutivo, se le llama así a la dificultad para la organización de las tareas, cosas que hacemos sin darnos cuenta todos los días, organizamos con el tiempo y con las cosas que tenemos que hacer. Las personas que experimentan esta Niebla Mental relatan frecuentemente que se ven superados por situaciones que antes les eran normales o cotidianas.


¿Cómo una enfermedad respiratoria deriva en problemas neurológicos como la pérdida de la memoria y la falta de concentración?

“Creo que el asunto está en considerar al COVID como una enfermedad netamente respiratoria. Si bien ingresa fundamentalmente por el aparato respiratorio y sus mayores complicaciones y manifestaciones se dan ahí, es una patología que algunos denominan enfermedad vascular o sistémica. El COVID puede afectar a cualquier parte del cuerpo, obviamente con mayor tropismo por el aparato respiratorio, pero también puede afectar otras partes del cuerpo u otros sistemas de órganos. Uno de los mecanismos fundamentales es a través de la formación de pequeños trombos que ocluyen los vasos sanguíneos, de hecho, un paciente que es admitido en el hospital por neumonía bilateral lo que se hace es anticoagularlo. Entonces digamos al igual que otros tantos virus, incluso el virus de la gripe, el Sars puede afectar al sistema nervioso de distintas maneras y por distintas vías. Todavía si bien hay en marcha muchos estudios, se va cambiando y van apareciendo nuevas cosas o resultados. Digamos, que si extrapolamos el comportamiento de otros coronavirus o de otros virus de tropismo fundamentalmente respiratorio, el coronavirus tiene varias posibilidades de afectar al sistema nervioso. Una, por esta afectación de la microvasculatura que genera un ambiente isquémico. También a través de un proceso inflamatorio generalizado con el pasaje de moléculas inflamatorias a través de la barrera hematoencefálica, que cuando hay una inflamación generalizada se puede hacer más permeable y permitir el ingreso de dichas moléculas al sistema nervioso. Eso genera a su vez una activación de las células defensivas que hay en el cerebro que se llaman microglía, que son capaces de producir mediadores de inflamación. La inflamación afecta e interfiere con la neurotransmisión, qué es la forma que tiene las neuronas de comunicarse entre sí y a su vez también se ha descripto que estos virus pueden ir por vía nerviosa o neural retrógrada, es decir por ejemplo, existen un montón de pacientes que pierden el olfato. Esto podría ser por llegada del virus directamente a través de colonizar las mucosa de la nariz, pasar por el bulbo olfatorio, y a partir de ahí diseminarse al sistema nervioso. La mayoría de los estudios, la verdad es que no han demostrado la presencia del virus en el sistema nervioso. Las autopsias en general no han podido demostrar la presencia del virus, si por ahí de algunas proteínas virales pero podría ser por afectación vascular y no porque o alteren o infecten directamente las neuronas o los astrocitos o el resto de las células que lo forman”.

En algunos pacientes que tuvieron Covid–19 puede causar lesiones cerebrales, como un accidente cerebrovascular. Pero en otros, esta niebla mental suele ser desproporcionada con respecto a su enfermedad, que ha sido leve y se recuperaron, pero continúan teniendo problemas cognitivos duraderos. Se sospecha que podría deberse a la activación del sistema inmunológico, que libera moléculas que lo ayudan a funcionar y a combatir las infecciones, pero como efecto secundario pueden afectar el sistema nervioso. El Covid puede ocasionar muchas lesiones cerebrales, incluso ACV hemorrágico o isquémico. Al principio muchos pacientes que ingresaron con ACV, no se los identificaba como un caso sospechoso de COVID, hasta que desarrollaban fiebre, dificultad respiratoria, ahí recién hacían el testeo que lo confirmaba. También puede dar Encefalitis, Síndrome de Guilliain Barré y otras manifestaciones neurológicas. En el caso de lo que es la Niebla Mental, se ha visto en una proporción variable de pacientes, fundamentalmente en aquellos que tuvieron COVID grave. Y en relación con el sistema inmunitario de este grupo tiene que ver con la famosa tormenta de citoquinas, es decir el sistema inmunológico reacciona de manera muy exacerbada porque no puede eliminar el virus y la forma que tiene de hacerlo es a través de la producción de un montón de moléculas. De esta manera se activan las células del sistema inmunitario y dichas moléculas pueden pasar la barrera hematoencefálica y llegar al cerebro, generando un microambiente inflamatorio que activan las células representantes del sistema inmune cerebral que irrumpirían en el correcto funcionamiento y neurotransmisión del sistema nervioso. En los casos de Covid leve los han relacionado con un proceso inflamatorio de índole más crónica pero la verdad es que hasta hoy nada está demostrado”.

Dra. Julia Lembo, Médica Especializada en Neurocirugía (MN 118785)


¿Esta reacción del sistema inmunológico es exclusiva del Covid?

No, se ha visto en otros tantos virus, incluso virus respiratorios como el sincitial respiratorio como complicaciones de la influenza (la gripe común) y además no es exclusiva de los virus. La reacción inflamatoria que se desencadena es bastante parecida, con algunas diferencias, frente a un montón de agresiones que recibe el organismo, que pueden ser virus o bacterias o pueden ser enfermedades inflamatorias no infecciosas. De hecho la Niebla Mental, ese conjunto de síntomas inespecíficos de la esfera mental o cognitiva, mejor dicho, también se relatan en enfermedades autoinmunes, en enfermedades como la celiaquía, o en otras enfermedades que generan un estado pro inflamatorio crónico, y generan por igual la misma respuesta”.


¿Hay algún estudio que muestre el daño neurológico como consecuencia del coronavirus?

“No, hay muchos estudios en marcha, pero no han podido demostrar la presencia del virus en el en el cerebro. Sí han podido demostrar la afectación vascular y sí hay estudios de tipo descriptivo que ponen énfasis en reconocer que la Niebla Mental es una de las manifestaciones del post COVID. Un estudio francés tomó a 120 pacientes internados a los que les hicieron cuestionarios telefónicos luego del alta, dio como resultado que un promedio de 110 días después de que abandonaron el hospital, el 34% manifestaron pérdida de la memoria, el 55% fatiga, trastornos de la concentración y el 28% 30% trastornos del sueño. Paralelamente demostraron que solo el 47% regresaron al trabajo de manera completa a como era antes del COVID, y el 72% de los que realizaban alguna actividad física la retomaron pero siempre con rendimientos inferiores. Hay otros estudios que tratan de hacer teorías acerca de la causa de la Niebla Mental o de la afectación general del sistema nervioso. Se han hecho autopsias cerebrales con estudio anátomo patológico, y lo único llamativo que pudieron encontrar, fue la presencia de megacariocitos en los vasos sanguíneos del cerebro, que son células precursoras de las plaquetas y que no deberían estar allí. Aparentemente el ambiente proinflamatorio y sobre todo la afectación vascular isquémica serían bastantes protagonistas”.

”Otro estudio propone que para todo síntoma cognitivo, el factor fundamental es una disfunción mitocondrial. La mitocondria es la responsable de la generación de la energía, la llamada respiración celular. Cuando los vasos sanguíneos se obstruyen por los pequeños micro trombos eso genera isquemia, que es la falta de oxígeno y produce disfunción mitocondrial, que sería lo que alteraría la función de todas las células del sistema nervioso. Esto es una potencialidad que tienen todos los virus, pero lo menos probado de todo, es decir, de lo que menos evidencia hay, es de que el virus afecte directamente a la neurona o directamente al astrocito que es otra célula del sistema nervioso. Hay más evidencia de que el daño es indirecto a través de inflamación y obstrucción vascular y considero que hay cierta dificultad en la valoración de los resultados. Algo muy importante es la interferencia de otras cuestiones que tienen repercusión directa con la salud mental de las personas, como son el aislamiento, estrés, ansiedad y el miedo al contagio que se superponen con una importante variedad de síntomas. El estrés por ejemplo, puede ser responsable de que una persona tenga trastornos en la memoria, en la concentración o del sueño, entonces discriminar si es Niebla Mental por inflamación, o si tiene que ver con otras causas es una tarea, yo diría, no imposible pero desde la clínica, muy difícil”.

¿Estas secuelas neurológicas pueden ser permanentes o es algo transitorio?

“Pareciera hasta el momento que son trastornos transitorios. Pero la verdad es que llevamos un poco más de un año de pandemia y se necesitan estudios serios, de gran cantidad de pacientes. Esto no es muy difícil de hacer pero llevan un tiempo de seguimiento, así que para responder esa pregunta hay que esperar”.

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¿Qué señales nos deberían poner en alerta para realizar una consulta médica?

“Cualquier molestia que sea persistente nos debe alertar cuando interfiere con nuestra calidad de vida de manera llamativa. Es decir, si yo antes trabajaba y ahora no puedo trabajar eso es algo que afecta categóricamente la vida de la persona. Lo mismo con algún otro síntoma que nos puede hacer pensar en otro tipo de trastornos de la esfera neurológica, por ejemplo, si aparece algún signo de focalidad neurológica, no poder emitir las palabras o que no se entienda, trastorno para la marcha, mover un brazo o una pierna. Sabemos que el COVID predispone a los accidentes cerebrovasculares, entonces ante cualquiera de estos síntomas no hay que dejarse estar ni tener miedo de ir al hospital, hay que hacer una consulta precoz. Lo mismo que si los síntomas son más leves pero persisten demasiado en el tiempo. A su vez ayuda a la comunidad médica a conocer la existencia de de estos síntomas como parte del síndrome post COVID aumentando el conocimiento que nos permitiría tratar de dar una respuesta, una solución. Hasta ahora, según los estudios que he visto de la Mayo Clinic, la forma que tienen de disminuirse estos trastornos es con rehabilitación cognitiva como en otros trastornos cerebrales. No hay una terapéutica específica hasta el momento.”

¿Estos síntomas cognitivos son habituales entre los pacientes post-Covid?

“Faltan evidencias. Hay estudios que mencionan una cantidad de pacientes que resultaba muy llamativa y alarmantemente alta, y hay otros un poco más serios que dicen que se presenta entre el 5 y el 10% de los pacientes que han tenido COVID”.

¿Han aumentado las consultas por «niebla mental»?

La verdad es que no han aumentado, yo supongo que no es porque los pacientes no la experimenten sino que, en la vida que se lleva actualmente, es difícil se le atribuya al COVID. Por ejemplo un problema de concentración o una falla leve de la memoria uno se lo adjudique al cansancio, a estar sobre exigido, mientras que por ejemplo, los pacientes que siguen experimentando disnea, cansancio fácil, fatiga, rápidamente lo relacionan a eso con la enfermedad y creo que esa es la causa más frecuente de consulta por síndrome post COVID”.