INS entrevistó a la Lic. Natalia Jorgensen quien analizó los desafíos que enfrenta el sistema sanitario argentino .A lo largo del diálogo, subrayó la urgencia de actualizar el Programa Médico Obligatorio (PMO), la necesidad de establecer límites en la cobertura de medicamentos de alto costo y el rol clave de la prevención y los cuidados paliativos. Nota completa en el siguiente link:https://youtu.be/S5uCYbLbTAQ?si=rwBTGq0UMJVAEmP0

Natalia Jorgensen es Directora de Soul Health Care Consulting. Master en economía por la Universidad de San Andrés y la Universidad Carlos III de Madrid, con especialidad en el sector farmacéutico. Fue Gerente de medicamentos del PAMI, Subgerente de evaluación de costos de la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación y asesora del Ministerio de Salud de la Nación. Durante 2024 y 2025 asesoró a la Secretaria de Salud de Chubut y de su Obra Social. Para la especialista, el desafío del sistema argentino no es sólo económico, sino también cultural: “Nos cuesta hablar de límites en salud, pero es necesario. El PMO debe actualizarse y el Estado debe liderar una estrategia que combine prevención, cobertura efectiva y decisiones éticas. Sin eso, seguiremos corriendo detrás de la urgencia”.
¿Cómo podemos explicar qué es el Programa Médico Obligatorio (PMO)?
”El PMO es el listado básico de prestaciones a las que los afiliados de Obras Sociales Nacionales y de la Medicina Prepaga tienen derecho: Consultas, internaciones, medicamentos, análisis de laboratorio, etc. El problema es que fue creado hace 25 años, en un contexto de emergencia, y desde entonces se le fueron agregando leyes y coberturas sin un presupuesto específico. Hoy es un sistema confuso, casi un “Frankenstein”, que genera inequidades y judicialización constante”.

¿Por qué habla de inequidades?
”Porque el PMO sólo aplica a Obras Sociales del sistema nacional y Prepagas. El sistema público, las Obras Sociales provinciales o el PAMI no están obligados a cumplirlo. Eso produce diferencias. porque alguien en la Capital puede acceder a una cobertura que otra persona en el interior no tiene. Eso deriva en reclamos y fallos judiciales que amplían prestaciones caso por caso”.
Uno de los grandes problemas son los medicamentos de altísimo costo. ¿Cómo enfrentarlo?
”Es necesario discutir como sociedad hasta dónde vamos a cubrir. Hoy existen terapias de 500 mil o hasta un millón de dólares por año que, en promedio, extienden la sobrevida sólo tres meses. Eso no tiene correlación con el costo. Y cuando los recursos son limitados, se generan dilemas éticos: lo que se destina a una droga puede dejar sin financiamiento a políticas de prevención o tratamientos mucho más efectivos”.
¿Qué lugar deberían ocupar la prevención y los cuidados paliativos en este debate?
”Fundamental. Hoy el sistema vive apagando incendios y no invierte lo suficiente en prevenir cáncer de cuello de útero, colon o factores de riesgo por ejemplo. Además, hay que empezar a hablar sin tabúes de los cuidados paliativos que, no significan abandono, sino un acompañamiento digno cuando las terapias dejan de tener sentido”.
Usted menciona la necesidad de poner límites. ¿Qué tipo de mecanismos se necesitan?
”No podemos seguir resolviendo todo con fallos judiciales. Se necesitan agencias de evaluación de tecnologías sanitarias que definan, con criterios médicos, económicos y éticos, qué cubrimos y qué no. En algunas provincias se armaron comités de casos complejos para tomar decisiones colectivas, y creo que ese es un buen camino”.
Mirá la nota completa aca: https://youtu.be/S5uCYbLbTAQ?si=rwBTGq0UMJVAEmP0