La sociedad actual se caracteriza por un importante número de personas que manifiesta diversas patologías de índole psicológica. El TOC se caracteriza por un patrón de pensamientos y miedos no deseados (obsesiones) que provocan comportamientos repetitivos (compulsiones), que interfieren en las actividades diarias y causan un gran sufrimiento emocional.

Por Cristina Cartier
El denominado TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) se engloba dentro de las patologías más comunes, donde las personas expresan una inseguridad que se traduce en comportamientos repetitivos. Cuáles son las características de este trastorno, lugares comunes y soluciones, es lo que explica la Psicóloga Eugenia Neffe (MP 1262) para INS.
¿Qué es un TOC?
“Cuando hablamos de TOC significa que es un trastorno obsesivo y compulsivo, es decir que está compuesto por compulsiones y obsesiones. Estas últimas irrumpen en la mente humana de una manera involuntaria que no se puede controlar. Este mecanismo ocurre en forma de pensamientos, ideas, determinadas imágenes e impulsos. A diferencia de la normalidad, ya que a todos nos vienen pensamientos indeseados o imágenes negativas, el TOC suele ser muy recurrente, persistente, que genera realizar ciertas conductas (compulsiones), o actos mentales repetitivos, para poder evitar el malestar que se siente”.
¿Todas las personas tenemos algún TOC?
“No. Lo que las personas solemos tener son ciertas preocupaciones o pensamientos, que pueden ser recurrentes, pero que no necesariamente limitan nuestra vida diaria, porque el tiempo que nos insume, es relativamente poco. Además porque habitualmente no tenemos la necesidad de realizar actos de manera imperiosa, para lograr aliviar ese malestar, o evitar esas compulsiones”.
¿Cuáles son los ejemplos más comunes de estas conductas?
“Es habitual quedarse con la duda de haber cerrado la llave del gas, tener la idea durante unas horas temiendo que ocurra algo malo. Se puede volver, registrar si el gas está cerrado, e irse sin esa preocupación. Las personas que tiene TOC lo que hacen, es verificar una y mil veces si esa llave del gas efectivamente está cerrada. Se puede aliviar esa idea, pero al rato vuelve a aparecer. Esta es una situación que insume mucha energía y que genera un malestar enorme”.
¿Es un malestar emocional? ¿Se angustia la persona?
“La persona puede sentir angustia y asco, lo cual es muy común. Por ejemplo en aquellas personas con obsesiones higiénicas, sabemos que suelen realizar un lavado de manos compulsivo, no tocan las perillas, o determinados lugares, no concurren a baños públicos simplemente porque sienten asco”.
¿El paciente suele naturalizar su comportamiento y quién advierte es el entorno?
“Hay que diferenciar la personalidad obsesiva, que las personas consideran que es parte de uno, tener manías con el orden, la prolijidad, y cuestiones parecidas, de lo que verdaderamente es un trastorno obsesivo compulsivo. Es decir que la persona puede tener buena conciencia y darse cuenta que lo que hace es exagerado, pero que no lo puede evitar. Las conductas vinculadas a los Toc pueden generar mucho daño en la salud y en los vínculos de esa persona. Se manifiesta una calidad empobrecida de la vida de esa persona. Se empiezan a evitar ciertos lugares, por temor a contaminarse en un baño público, se quedan encerrados en su casa, aislaos del mundo”.
En el terreno de las soluciones ¿Cuáles son los tratamientos que se implementan y de qué manera se abordan?
“Para este tipo de trastorno, el tratamiento psicológico que se recomienda, ya que está comprobado que existe un pronóstico muy bueno en estos pacientes, es la terapia cognitivo-conductual. Se utiliza una herramienta relacionada con la prevención de respuesta, es decir que se debe trabajar con las interpretaciones de la realidad que hace la persona, ya que tiene una distorsión de la misma. La idea es ir acercándolas a los parámetros de la realidad. Por otro lado, se debe exponer al paciente de forma gradual, a los miedos que tiene esa persona, para evitar el malestar a través de las compulsiones. Existe un circuito donde la persona tiene una idea obsesiva, que genera malestar, y como no se lo soporta, se realizan ciertos rituales. Esas compulsiones lo que hacen es alivianar un poco, pero a la vez lo fortalecen. Entonces el especialista expone a la persona a esa idea, de esa menara se previene la compulsión, que pueda tolerar la ansiedad, dándose cuenta de que no sucederá nada terrorífico que es el gran temor de estas personas. Este es el mecanismo para romper el círculo del Toc”.
¿Se consigue resultados rápidamente o el paciente se somete de por vida a un tratamiento?
“Existen situaciones de leves a graves. En aquellas donde existe conciencia de la enfermedad, que sabe que necesita una ayuda, se presenta un mejor pronóstico. Es un camino que no resulta fácil para nadie, que fluctúa por distintas etapas donde todo va bien, en otras se manifiestan recaídas, es decir que es un esfuerzo que se valora mucho. En casos más graves, se requiere la intervención de un psiquiatra, para implementar farmacología, que colabore con el cuadro del paciente”.