El deportólogo y cardiólogo Dr. Jorge Franchella (MN 44.396), señala para INS cómo se presenta un infarto de corazón en una situación de mayor riesgo frente a un nivel de exigencia física determinada.
Por Cristina Cartier
El auge de la práctica de diferentes disciplinas deportivas con desafíos competitivos o recreativos (maratón, carreras, ciclismo, etc.), ponen sobre el tapete todo aquello que el deportista debe tener en cuenta según los factores de riesgo (edad, antecedentes cardiológicos, estrés, etc.), tanto en situación de reposo, como a la hora de realizar una fuerza determinada durante la práctica de una actividad física. La pregunta del millón: Si una persona se exige ¿Tiene mayor riesgo de sufrir un infarto de corazón?
¿Qué es un infarto?
“El infarto es la situación en la cual, en cualquier órgano del cuerpo, deja de haber circulación que lo nutra. El corazón bombea sangre al resto del cuerpo, a su vez es un músculo que también necesita recibir sangre. Las arterias coronarias son las que llenan de sangre ese músculo y cuando hay una interrupción de la cantidad o flujo, ese tejido muere por falta de oxígeno. Es decir que un infarto es la muerte de un tejido por falta de oxígeno».
¿Existen distintos tipos de infarto?
“En realidad existen diversos tipos de infarto. Puede pasar que se obstruya el camino, que es la trombosis, donde se dificulta la cantidad y densidad con la que llega la sangre. Es una situación que puede llegar a límites críticos. Otra posibilidad es un obstáculo en el trayecto de la sangre, que es la embolia, donde se presenta un coágulo grande que impide el tránsito de sangre. Y la tercera posibilidad, aunque es más frecuente en el cerebro que en el corazón, es la situación donde se inunda, se rompe algo, por lo cual la sangre queda flotando y no accede para convertirse en oxígeno. En resumen el mecanismo de un infarto es porque llega poco oxigeno, porque no llega del todo, o porque se inunda la zona, y el sistema se pone lento sin renovación”.
¿De qué trata el infarto fulminante? ¿Es una expresión popular?
“Es una expresión popular. En realidad puede ser que haya una situación que estreche la ruta del oxígeno hacia el órgano, de manera gradual. Si esto es así, seguramente no se percibe que se requiere de determinada cantidad de oxígeno, lo cual sucede cuando estamos descansando o sentados. Pero al tiempo que existe una emoción o la persona realiza algún tipo de esfuerzo, donde se necesita mayor cantidad de oxígeno, es la situación donde puede notarse, por lo cual la persona advierte algunos síntomas previos, que pueden durar poco tiempo o quizás más, lo cual se configura en el infarto recién cuando esa ruta se obstruye del todo”.
Dos posibles situaciones: reposo y frente a una actividad física determinada. ¿Significan lo mismo para el corazón?
“El corazón no conoce apellidos. Cuando la persona realiza un esfuerzo los músculos avisan que se necesita más sangre para hacer más fuerza. También ocurre que la persona puede estar en reposo, y de pronto surge una situación que estresa o angustia, el sistema nervioso descarga adrenalina (cortisol, etc.), que activa la sensación de estímulo y alerta del mismo modo que si estuviéramos corriendo. El corazón no entiende cual de las dos situaciones se trata, entonces empieza a latir más rápido. Cuando esto ocurre, ya sea por un esfuerzo o porque se han liberado dichas sustancias, a través de un mecanismo de índole nervioso o psicológico, el corazón late más rápidamente. Si existen dificultades porque está llegando poco oxígeno, en el momento en que se exige para poder latir más rápido, pueden presentarse síntomas”.
¿Cuáles son los síntomas característicos de un infarto?
“Cualquier molestia, como un dolor en el pecho, que pueda relacionarse con alguna situación de nervios o esfuerzo, que suele irradiarse a otras partes del cuerpo, se debe consultar”.
¿Se puede incluir sensación de frío o dificultad para respirar?
“Cualquiera de esos síntomas merecen consultar con el especialista. La dificultad para respirar puede tener muchos orígenes, desde una crisis de asma, hasta una situación epoc. Solemos hablar de disnea, que es la sensación que tiene un individuo de falta de aire. Existen más de veinte causas posibles de dolor de pecho, como así también de falta de aire, que puede venir de los pulmones, del corazón o de un proceso de ansiedad”.
¿Puede influenciar una situación emocional?
“Algunas personas expresan suspiros que representa la falta de aire. Generalmente esta característica nos orienta la forma en que se produce el síntoma según el relato del mismo paciente. En todos los casos se recomienda profundizar en una consulta médica para descartar problemas mayores”.
¿Puede ocurrir que la persona transite estos síntomas cada tanto y los deje pasar?
“Existe variabilidad en el requerimiento de aporte de oxígeno al corazón, por lo cual puede pasar que la persona no lo advierta tan fácilmente. El cuerpo es una maravilla que nos puede dar sorpresas. En la mayoría de los casos de infarto de corazón existen síntomas. Hay situaciones especiales donde los síntomas pueden pasar inadvertidos o confundirse con alguna otra afección, ya que fácilmente puede tratarse de una cuestión de tipo digestivo”.
¿Qué pasa con el corazón cuando la persona se exige y aparecen los síntomas en ese momento?
“La exigencia puede venir del propio individuo o de una fuente de afuera que pida una exigencia. En general las personas entrenadas que llevan años corriendo carreras, que tienen supervisión, que conocen su ritmo de carrera y cual es su rendimiento, pueden tener expresiones anímicas, definidas como “un muro” al deportista, que ellos mismos dicen que deben atravesar o romper. Esto puede ser psicológico y no necesariamente físico. Pero también existen personas que se sienten persuadidas para enfrentar una exigencia física determinada, pero no están maduras en su preparación física, y cuando sienten ese muro famoso, resulta un aviso de los músculos del cuerpo, que significa que ese deportista ha llegado a su límite. Si esa persona sigue y decide atravesar ese muro, estaría atravesando un riesgo de salud. Por lo cual no es una cuestión de perseverancia o tenacidad, sino una cuestión de sentido común. Si se prende la alarma hay que frenar la máquina”.
¿Qué se debe hacer si se presentan síntomas relacionados con un infarto en medio de una actividad física?
“En ese momento se debe parar la actividad. No se debe seguir haciendo un esfuerzo cuando existe una mínima molestia relacionada. Se debe recurrir a un control inmediatamente. Si esa persona continúa su actividad, ciertamente estará exigiendo al cuerpo, (específicamente al corazón), de una manera inapropiada. Es lo mismo que llegar a un precipicio y saltar. Si el organismo me está avisando de un riesgo hay que detenerse”.
¿Qué pasa con las personas que asumen compromisos deportivos de exigencia y desconocen que tienen alguna patología cardiaca?
“Hace más de cuarenta años que trabajo con personas relacionadas con actividades de exigencia. Lo mismo ocurre con los pilotos de aviones que deben hacer una revisión periódica debido a su gran responsabilidad. Esas personas suelen controlarse cada seis meses. Obviamente en uno de esos controles puede aparecer alguna dificultad nueva, de hecho para eso sirven los estudios periódicos. Estas revisiones van a estar directamente vinculadas con el nivel de exigencia de ese individuo”.
¿Cuáles son los controles que se indican para un ciclista o un corredor de maratón?
“No existe un examen estándar para controlar todo. La prueba de esfuerzo simula la actividad que la persona va a realizar, lo cual resulta muy recomendable. Tiene una característica de ser específica y sensible en un 60% o 70%. Se sabe que ofrece un diagnóstico hasta un punto determinado. A nivel médico se recomienda un examen clínico, el cuestionario del especialista, un análisis de rutina para conocer posibles alteraciones, y un electrocardiograma que muestra las señales más básicas. A partir de ahí el profesional médico analiza el nivel de complejidad que agrega según la persona. La ergometría se indica para mayores de 18 años ya que en menores, podría dar falsos positivos. Existen esquemas que deben adecuarse al tipo de actividad física. Es decir que hay esfuerzos que son explosivos (salto en alto, en largo, tiro con flecha, maratón), otras situaciones como el golf, que es en lago pero la persona camina, o aquel que hace mayor fuerza porque levanta pesas. Para cada tipo de deporte existe un modelo de examen específico”.
¿Es decir que dichos controles no garantizan una prevención del 100%?
“Lo comparo con un auto. Uno puede comprar uno en excelentes condiciones pero al hacer una cuadra se quema un fusible. El cuerpo también es una máquina por eso decimos que lo que hacemos desde la ciencia médica es intentar reducir al máximo, episodios o hallazgos que indiquen que la probabilidad de que ocurra algo que se pueda aminorar”.
¿Es lo mismo un hombre de 30 que uno de 50 que elije salir a recorrer 60 km en bicicleta?
“Claramente no es lo mismo. Lo primero que debemos mencionar es que una persona de 20 tendrá más posibilidades de hacer más cantidad de kilómetros que el de 50. Pero este último tiene mayor resistencia. Por eso los campeones de natación tienen alrededor de 20 años, y Roger Federer es grande a los 40. Las personas que hacen distancia en bicicleta, remo en aguas abiertas, son personas que tienen más de 30 años de edad, porque han madurado un sistema que tenemos, que se denomina mitocondria. Ambos deben hacerse controles para medir la capacidad de esfuerzo que poseen, tanto el de 30 como el de 50 años. El error más grande es que alguien de 25 que se cree omnipotente, salga de golpe a hacer 60 kilómetros en bici si aún no está estrenado para hacer ese desafío. Y el de 50 debe ir al médico para conocer exactamente cómo se encuentra aunque venga entrenando desde hace años”.
¿El desafío deportivo implica una conducta especial en el estilo de vida de esa persona?
“En medicina siempre miramos dónde estaba, dónde está y a dónde quiere ir esa persona. Si es alguien de 40 que nunca hizo actividad física y pretende empezar está perfecto, solo que lo debe hacer gradualmente, para madurar su proceso de entrenamiento en el tiempo de en un año. La persona que venía haciendo actividad física, que fueron interrumpidas, seguramente las retomará con cierta destreza que consiguió en la etapa anterior, por lo cual será un proceso bastante rápido. Debemos aclarar que entrenar en grupo es divertido, pero no todas las personas tienen el mismo nivel de posibilidades”.
¿Qué es la muerte súbita?
“Debemos entender que en esta definición no significa que la persona muere de golpe, y así son todas las muertes. La súbita es cuando es inesperada, porque por los factores que tenia la persona, es decir diagnósticos y distintas características, sumado al tipo de esfuerzo que hizo ese individuo, nadie espera que pierda la vida. En general se atribuye la muerte súbita a cualquier situación donde una persona sorpresivamente presenta un estado crítico. En el deporte tiene una correlación psicológica ya que siempre se asocia el deporte a la salud. Aunque los médicos sabemos poco, cada vez aprendemos más de estos temas. La genética nos empieza a enseñar una serie de cuestiones que pueden ayudar a advertir determinados episodios. Si una persona tiene una enfermedad demostrada, podemos asegurar que actualmente la genética se suma, para aportar datos importantes. Un individuo de 20 años puede acudir a un estudio genético que determine que tiene el 30% de probabilidades de que le ocurra determinada situación. Pero la realidad nos dice que ninguna persona dejara de hacer su vida por las dudas”.
Le pido una reflexión de tipo filosófica más que médica ¿Qué hay en la esencia de una persona que lo mueve a realizar una exigencia que ponga su salud en situación límite?
“Las personas tenemos deseos. A veces se trata de superar situaciones. Muchas veces encontramos recompensa frente a exigencias físicas impuestas. Muchas personas la encuentran en una actividad física donde se deban atravesar dificultades, para poder experimentar la sensación de lograr superarlas. Muchos deportistas se pasan tres días corriendo en medio de las montañas, en condiciones poco confortables y al terminar se sienten tan felices que automáticamente están pensando en volver. Para muchos el éxito pasa por tener una familia, para otros un departamento, y para otros, como los que practican deporte de exigencia, con diferentes personalidades, con distintos objetivos, suelen encontrar en esa práctica, cosas que no aparecen en lo laboral o en la vida personal. La exigencia y el riesgo resulta el premio de muchas personas que se animan a afrontarlo y se sienten a gusto”.