La sangre en la orina puede variar de muy evidente a microscópica y no resultar visible en absoluto. Las causas más frecuentes se relacionan con infección urinaria, cálculos renales, prostatitis, hiperplasia benigna de próstata, o insuficiencia renal crónica.
Se estima que aproximadamente un 16% de la población puede tener hematuria. Aunque la pérdida de sangre a través de la orina en individuos sanos es algo normal, el sangrado debe considerarse patológico cuando el paciente presenta más de 2 hematíes por campo de orina.
La hematuria se manifiesta por cambios en el color y la transparencia en la orina, cuando es lo suficientemente intensa como para teñirla. En otras circunstancias, la cantidad de sangre perdida al aparato urinario es menor de 1,5 ml, razón por la cual no hay cambios en el color o aspecto de la orina. La hematuria solo se descubre con el examen químico y del sedimento urinario. El diagnóstico se basa en tres parámetros: el interrogatorio, el examen físico y los estudios complementarios.
Los antecedentes pueden ser importantes, ya que una historia clínica familiar de enfermedad renal y sordera, a veces con alteraciones oculares (cataratas), pueden acarrear la presencia de hematuria.
“Se trata de la presencia de sangre en la orina. Debemos encontrar las causas, entre las más frecuentes se enumera litiasis, infección urinaria (es lo más común), anticoagulación, ya que puede tratarse de un paciente con un stent, o con medicación especifica (aspirinas, etc.). A veces sucede que el rango de coagulación está alterado, lo cual genera sangrado. Este puede ser por la nariz; que un simple raspón sangre más de lo habitual o que cualquier parte de la vía urinaria tenga un sangrado. También puede darse por causa de tumores, que suelen generar hematuria. Se implementa una búsqueda de acuerdo a la edad y sexo del paciente, para descartar patologías”, define para INS, el urólogo Dr. Federico Rodríguez (MN 12.022).
En cuanto a la gravedad de la enfermedad, el especialista aclara que: ”Según las características clínicas de la persona puede tratarse de un cáncer de vejiga, por ejemplo. La pesquisa se empieza con un procedimiento clásico, un cultivo, una ecografía y un coagulograma, para descartar desde lo más simple. Si existe sangre en la orina, pero no hay infección, se busca a través del estudio por imagen. Si la ecografía muestra que los riñones y la vejiga están sanos, se puede continuar con una cistoscopia. Se trata de un estudio donde se ingresa con una cámara dentro de la vejiga para mirar. Si el sangrado continúa y no se encuentra la causa, se busca con una tomografía la posible presencia de tumores dentro del uréter. Este conducto es muy delgado, por lo cual pueden alojarse pequeños tumores que son difíciles de ver. Existe otro método de estudio que es la ureterospia. Se trata de usar el mismo equipo para romper las piedras, para hacer un diagnostico. Se ingresa con cámara y un flexible, se analiza el uréter, dentro del riñón, lo cual permite ver cualquier alteración en la zona, por ejemplo un vaso sangrando, etc.”
¿Existe la hematuria sin causa?
“Existen pacientes que cada tanto orinan con sangre, lo cual se denomina hematuria sin causa. También puede ocurrir después de actividades deportivas o recreativas intensas. Puede ser con impacto o no, una exigencia extrema como jugar futbol, correr una maratón, cualquier que implique un esfuerzo importante para ese individuo puede tener como consecuencia una hematuria. Existe la microhematuria donde la sangre no se advierte a simple vista, sino con un control anual. El paciente usualmente no tiene ningún tipo de síntomas. Por eso la importancia de la tarea preventiva, donde los estudios periódicos permiten descartar enfermedades, como tumores renales en diagnostico temprano, donde se ha evolucionado mucho con las cirugías, etc.”