Parkinson: “Se esta viendo cada vez más en gente joven”

La enfermedad del Parkinson es una afección cerebral que causa trastornos del movimiento, mentales y del sueño, dolor y otros problemas. Se trata de una dolencia que empeora con el paso del tiempo. Aunque el Parkinson no tiene cura, los tratamientos pueden reducir los síntomas.
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Los síntomas asociados al Parkinson son los temblores, las contracciones musculares dolorosas y la dificultad para hablar. Es una patología que implica discapacidad y hace necesaria la atención, al tiempo que muchos pacientes acaban padeciendo demencia.

El Dr. Ricardo Maiola, Médico del programa de Parkinson y movimientos anormales Del Hospital de Clínicas de Buenos Aires, consultado por INS afirma que: “El Parkinson no es una enfermedad exclusiva de la gente grande. Cada vez más se está viendo en gente joven. De hecho se la está clasificando en Parkinson juvenil, cuando aparece antes de los 25 años de edad, o Parkinson de inicio temprano, cuando ocurre antes de los 40, existiendo casos llamativos en adolescentes de 14 años. La tercera clasificación es la más frecuente, cuando aparece en mayores de 65 años”.

¿Se puede prevenir el Parkinson?

“Esta es una enfermedad de la cual se desconocen los mecanismos íntimos, por lo cual se puede decir que no existe manera de prevenirla. Es imposible actuar antes de que aparezcan los síntomas. Lo habitual es ver la enfermedad en pacientes con temblores, lentos al moverse, que se inclinan hacia adelante, con una marcha característica (festinante), donde al paciente le cuesta empezar a caminar, y luego lo hace como si fuera rápidamente a los saltos. Una vez que aparecen estos síntomas es cuando la persona consulta al médico, a diferencia de otras enfermedades donde se puede actuar antes de la sintomatología”.

¿Existen estudios indicadores?

“Lamentablemente no existen. Tal vez en pacientes con determinada mutación genética puede investigarse, aunque no se puede predecir la aparición del Parkinson. En personas sin síntomas, existen algunos signos que pueden resultar orientadores, como la pérdida del olfato, lo cual estuvo muy en boga frente al Covid- 19. Las personas que padecen constipación crónica y alteraciones del sueño, con pesadillas y gritos, patean, empujan etc., pueden tener alta probabilidad de convertir estos trastornos en la enfermedad de Parkinson. Son expresiones premonitorias que pueden dar una pista, pero no ocurre en todos los pacientes. Este es un universo que se investiga de manera retrospectiva cuando el paciente llega con la enfermedad latente, y es así como arribamos a estas conclusiones”.

¿Existen distintos tipos de Parkinson?

“Es una enfermedad crónica de muchos años de evolución, porque se trata de un proceso lento. Esto implica que se puede convivir con la enfermedad durante mucho tiempo. Existen formas de la enfermedad con más temblor, otras con más rigidez y lentitud, etc. Según la edad de aparición de la enfermedad se  abren otras llaves, con enfermedades que responden mejor que otras a la medicación. El paciente que tiene temblor predominante no suele tener una buena respuesta a los medicamentos, aunque el pronóstico a largo plazo es muy bueno. En cambio, en pacientes con lentitud y rigidez,  suelen tener una excelente respuesta a la medicación al principio, pero con el paso del tiempo, pueden aparecer complicaciones de manera temprana, en relación a pacientes con otros síntomas”.

¿Qué diferencia existe entre el síndrome de las piernas inquietas y el Parkinson?

“El síndrome de piernas inquietas se trata de un cuadro con movimientos anormales, que muchas veces se puede asociar al Parkinson, pero si bien es una enfermedad que produce mucho disconfort, la mayoría de los casos no pasa de simplemente tener piernas inquietas”.

¿Con qué se lo relaciona?

“Se puede asociar a una anemia por déficit de hierro, pero que también se puede presentar en pacientes con Parkinson. Se trata de una sensación desagradable que únicamente se alivia con los movimientos de las piernas. Generalmente ocurre de noche y suelen tener buena respuesta al tratamiento, una medicación anti parkinsoniana. Se trata de un cuadro que requiere una consulta con el neurólogo, que indica este tipo de drogas que también se usan en la enfermedad del Parkinson”.

¿De qué trata el llamado “temblor esencial”?

“Puede asociarse a la enfermedad del Parkinson. Tiene como característica que produce un temblor, que a diferencia del párkinson que es un temblor de reposo, es decir cuando la mano esta quieta, el esencial, ocurre cuando el paciente adopta una postura, o pretende llevar el vaso a la boca, o escribir. La diferencia es que el temblor esencial tiene una base genética en la mayoría de los casos, que responde a la prueba terapéutica de beber una bebida alcohólica de alta graduación. El pronóstico a largo plazo es muy bueno, porque lo único que el paciente tiene es el temblor. En cambio con el Parkinson se agrega inestabilidad, caídas, rigidez y lentitud. Se puede decir que el temblor esencial es mucho más frecuente de lo que se conoce”.

¿Por qué existen tantos diagnósticos de Parkinson?

“Es una enfermedad que ha existido siempre. Hay muchos factores que influyen. El hecho de hablar de la enfermedad sirve para que se promueva y visualice . Al escuchar o leer sobre la enfermedad las personas consultan, y entonces se arriba al diagnóstico. También es cierto que los médicos nos hemos acostumbrado a reconocer la enfermedad en etapas tempranas, lo cual ayuda al abordaje correspondiente”.

¿Cuáles son los tratamientos para el Parkinson?

“Es una enfermedad que se trata fundamentalmente con la administración de medicamentos, en algunos casos se recurre a tratamientos quirúrgicos. Es importante que el paciente complemente con actividad física porque es como hacer la mitad del tratamiento. Se recomienda kinesiología y actividad en el agua para atenuar el cuadro. Cuando existen movimientos anormales, en cuadros avanzados de la enfermedad, se recurre a la cirugía, que se hace desde hace mucho tiempo, con resultados muy buenos porque mejora la calidad de vida del paciente, reduciendo la dosis de la medicación, teniendo en cuenta que la cirugía no cura la enfermedad. Se coloca un cable dentro del cerebro, con una batería que genera una corriente, lo cual requiere controles periódicos y acompañamiento del entorno de ese paciente”.

¿Cuáles son las principales novedades?

Se ha presentado un tratamiento que sin hacer una neurocirugía convencional, es decir sin abrir el cráneo, se pueden mejorar algunos síntomas de la enfermedad, emitiendo ultrasonido con la colocación de un casco al paciente. También se empezó a usar una bomba de infusión de un medicamento que ahora viene en una solución que permite la administración durante las 24 horas, sumado a un nuevo medicamento para delirios y alucinaciones, y otro antidiabético que tendría propiedades neuroprotectoras, aun en una etapa de investigación”.