Cáncer de colon y ultraprocesados: ”No debemos abusar el consumo”

Recientes publicaciones refieren investigaciones científicas en relación a determinadas enfermedades y el hábito de las personas. Un estudio enfocado durante casi  tres décadas sobre la cotidianidad de dos grupos diferentes de la población, revelan cómo se asocia la ingesta de alimentos poco saludables, directamente con un aumento importante del riesgo de padecer cáncer de colon.
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Por Cristina Cartier

El cáncer colorrectal es el tercero más frecuente en Estados Unidos y la segunda causa oncológica de muerte en el mundo. Las pruebas científicas sobre más de 200 mil estadounidenses durante 28 años, demuestran que la dieta poco saludable es un factor de riesgo para desarrollar cáncer de colon y otras enfermedades.

El médico del Hospital de Clínicas Dr. Ramiro Heredia (MN 117.882) destaca para INS aspectos sobresalientes del mencionado experimento científico, a modo de alarma para las personas en relación a sus hábitos alimentarios.

“En el mundo entero, el cáncer es la segunda causa de muerte, después de las enfermedades cardiovasculares. Nos referimos a mortalidad y morbilidad, es decir a la calidad de vida de las personas. El 50% de los diferentes tipos de cáncer se pueden llegar a prevenir, señala la OMS. Esta prevención se puede llevar a cabo mediante la corrección de los factores de riego. Es decir el sobrepeso, fumar, consumir alcohol, la inactividad física, y las dietas. Controlando estos factores se puede prevenir la aparición de enfermedades como el cáncer”, argumenta el especialista, sin olvidar que en Argentina el cáncer de colon es el segundo más frecuente, sabiendo que el 75% de las personas que lo desarrollan no tiene antecedentes familiares, con un notorio incremento en la detección de la enfermedad en personas jóvenes.

¿Qué tipo de dieta se menciona en el estudio científico?

Se trata de mantener una dieta saludable. Es decir, rica en fibras, verduras, frutas, se recomiendan cinco porciones de todas estas por día. Disminuir el consumo de carnes rojas, aumentando el consumo de lácteos, evitando el sodio y aumentando el potasio. En relación a la dieta poco saludable se fue ganando conciencia del daño que pueden producir los alimentos ultraprocesados”.

¿Cuáles son los ultraprocesados?

“Se trata de alimentos que requieren todo un procesamiento para ser consumidos. Son las denominadas comidas rápidas, listas para consumir o calentar, que generalmente vienen en paquete. Los snacks, las papas fritas, las hamburguesas, las salchichas, cualquier embutido, los helados, las golosinas, etc. En relación a este grupo de comidas, se fue obteniendo evidencia donde fueron estudiadas grandes poblaciones, durante muchos años, ante lo cual,  su consumo se fue asociando a distintas enfermedades”.

La publicación reciente llama la atención de todos. ¿Qué se intentó asociar?

“Es el primer estudio científico que confirma esta asociación. Se quiso asociar qué cantidad  de alimentos ultraprocesados hacen uso las personas, para saber cuántas desarrollaban cáncer. De 200 mil personas, 3.000 fueron diagnosticadas con cáncer. Por lo cual se desprende que las personas con una dieta poco saludable, aumentan el riesgo de cáncer de colon un 30%. Además, se asocia el consumo de alimentos ultraprocesados con el desarrollo de demencia, lo cual fue demostrado durante diez años de seguimiento. En una revista británica muy conocida, que utilizamos mucho los médicos para actualizarnos, se publicó esta investigación llevada adelante por un equipo de científicos chinos, sobre una población estadounidense de más de 200 mil personas, que fueron estudiadas durante 28 años, respondieron consultas dietarias, es decir contaron lo que fueron comiendo a lo largo de todo ese lapso. Se sometían a un interrogatorio cada cuatro años, en el que se pudo comparar a las personas que menos comían alimentos ultraprocesados con las que más consumían dichos alimentos. Se desprende que actualmente de las calorías diarias que consume un ciudadano norteamericano, el 60% viene de estos alimentos”.

¿Cómo funciona ese mecanismo donde las personas se someten a encuestas en relación a sus hábitos?

“Si una persona desea ser parte de un estudio médico, los investigadores la incluyen en un sistema. Hablan para completar una serie de cuestionarios, con datos específicos de esa persona, que refieren la edad y el modo de vida, sus enfermedades crónicas, y en este caso, qué tipo de alimentos come a diario esa persona. Habitualmente se trata de seguimientos donde el individuo va reportando con avisos pautados cada mes, o periódicamente. Esas poblaciones que están siendo investigadas, se reclutan para someterse a estudios de sangre si son necesarios. De esta manera se observa qué tipo de enfermedades han desarrollado y cuáles no aparecen en esas personas, para sacar las conclusiones científicas”.

Como profesional de salud ¿Le asombra este tipo de afirmaciones?

“Uno va observando ciertas cuestiones, pero es muy interesante que un grupo de científicos se tome el tiempo de observar a las personas frente a sus hábitos de alimentación. Es muy bueno tener números oficiales porque nos permite informar debidamente a los médicos, para luego comunicar con sustento a los pacientes. Estos informes nos ofrecen los argumentos sólidos para decirles a las personas por qué no debemos abusar del consumo de alimentos procesados. Es muy claro que si un individuo prolonga el consumo diario de este tipo de comida, quedan expuesto a contraer cáncer de colon”.

¿Será una conclusión exclusiva de los norteamericanos?

“En este caso se estudió la población de Estados Unidos, pero es muy probable que en nuestro país tengamos números parecidos en relación a la misma investigación”.

¿Cómo se hace para contrarrestar este tipo de informes médicos, con el poder que implica la industria alimenticia en el mundo?

“Es muy importante la comunicación persona a persona. Un determinado mensaje no llega del mismo modo, si se comunica de manera masiva, que si lo hace directamente un profesional de salud, un padre, un docente, etc. Es fundamental que un médico pueda aconsejar sobre evidencia pura, directamente en el consultorio frente al paciente”.

En la sociedad actual conviven dos mundos paralelos. Aquellos que viven instintivamente, sin tiempo de cocinar, etc. Y los otros que se obsesionan por lo que comen ¿Cómo lograr un equilibrio sano?

Esta respuesta de un sector de la población está descripto como un trastorno de moda. Se trata de la percepción alimentaria de algunos individuos. Se relaciona mucho con las redes sociales, medios de comunicación, y todo tipo de vidriera donde se marca una tendencia a la perfección alimentaria, lo cual tampoco está bien. Con esta actitud exagerada se pierde equilibrio. Lo importante es comer de todo, jerarquizando los alimentos simples, que no tienen un paso por la industria. Que la comida sea balanceada pero que no se convierta en una actitud obsesiva”.

¿Qué relación se hace en cuanto a los aditivos que se le agregan al producto para poder conservarlo? ¿Qué impacto tienen en el organismo de las personas?

“Con dichas sustancias se mejoran el estado de conservación del alimento, se resaltan sabor y color para hacerlo más atractivo. Lo que sabemos es que estas sustancias son cancerígenas, se asocian directamente con metástasis. Es muy importante saber lo que comemos. Lo que le sucede al organismo, es que recibe una sobrecarga de sodio, que conlleva hipertensión, con riesgo de enfermedad cardiovascular, que es determinante de mortalidad y morbilidad”.

¿Cómo se despierta el cáncer a partir de la ingesta de los ultraprocesados?

“Este estudio que estamos comentando, fue simplemente de observación en las personas. Existen diversas hipótesis al respecto. Una teoría habla de la inflamación crónica, donde hay una reparación permanente de tejidos, lo cual es anormal,  entonces puede pasar que las células en un terreno susceptible, se conviertan en células malignas. La inflamación crónica, genera que algunos mecanismos que tienen que ver con el control sobre las células malignas y su activación, se vean afectadas. Todo se puede corregir teniendo en cuenta esta información científica”.

Después de estas conclusiones médicas ¿Se toman cartas en el asunto?

“Todo este cuerpo de evidencia que se va formando le permite a las autoridades sanitarias tener información para poder hacer algo acorde. Muchas veces se trabaja publicando recomendaciones de organismos oficiales, pero sucede que no resulta suficiente, ya que es un camino muy largo para educar a la población, que implica mucho compromiso individual y de las autoridades correspondientes”.