Diabetes, el lema de este año es la educación. Preguntas frecuentes

Se estima que en Argentina padecen diabetes aproximadamente 1 millón y medio de personas y alrededor de 720.000 casos no son diagnosticados. La OMS estima que unos 422 millones de personas en todo el mundo padecen diabetes. La diabetes de tipo 1 es una enfermedad crónica en la que las células productoras del páncreas se han dañado y ya no producen insulina. La diabetes tipo 2 se produce cuando el organismo se vuelve resistente, o insensible a la insulina.
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Por Cristina Cartier

El reto de los pacientes con diabetes es hacer frente a la enfermedad en lo cotidiano. En tanto el gran desafío de la ciencia médica es asegurar a este gran grupo de personas, una calidad de vida digna. El avance  en los tratamientos no solo ha mejorado la realidad de las pacientes con diabetes, sino su pronóstico de vida. La Dra. María Celeste Moreno (MP 10.828), médica y docente especialista en diabetes, despeja las principales dudas al respecto de esta enfermedad crónica, que  fue considerada de riesgo frente al coronavirus. “Este año el día de la diabetes tiene un lema que es la educación. Es importante saber que se trata de una responsabilidad de Estado ofrecer información y herramientas para orientar a las personas. El paciente con diabetes no funciona si no se lo educa. Puede tener los mejores tratamientos con las mejoras drogas, pero si esa persona no conoce cómo funciona su enfermedad, lo mas probable es que tenga una mala experiencia”.

¿Qué es la diabetes?

“Es una enfermedad crónica muy prevalente a nivel mundial, que se caracteriza por un aumento de glucosa, es decir una hiperglucemia persistente, que sin control y tratamientos adecuados, da complicaciones en forma permanente a lo largo de los años. La mayoría de los casos no expresa síntomas, por eso es tan importante hacer tratamientos, para evitar que esa glucemia alta durante muchos años, represente complicaciones para el paciente”.

¿Por qué aparece la diabetes?

“En general hay 4 tipos de diabetes. La que más se conoce, porque es la más común, es la tipo 2, que significa una epidemia a nivel mundial. Se caracteriza por el componente genético, es decir que se traspasa de generación en generación. Es una enfermedad multifactorial, se la vincula directamente con el sedentarismo, la obesidad y  los malos hábitos de alimentación. Estos factores influyen en que los genes vayan cambiando, se vaya transmitiendo la enfermedad y cada vez sea más prevalente. Si las personas conservaran un peso ideal, con tendencia a la práctica deportiva y buenas costumbres alimentarias, seguramente la diabetes no aparecería. Es una fórmula establecida: mas obesidad, mas diabetes”.

¿Qué significa para el mundo médico que la diabetes sea una epidemia?

“Significa que cada vez hay más casos, y en todos los grupos etarios. Esta situación genera una alta mortalidad en la población, lo cual implica importantes gastos sanitarios, problemas económicos y diversas complicaciones para las personas. Es una enfermedad que se presenta en aumento, para lo cual se debe destinar personal y sistema sanitario que acompañe a esos pacientes, asegurándoles calidad de vida. Si no se interviene parece que la situación se desbordara, lo cual debemos contrarrestar”.

La tendencia actual es vincular  las enfermedades crónicas con el estilo de vida de las personas, incluso considerando la cuestión emocional del paciente. ¿Cuál es su mirada profesional al respecto?

“La mente gobierna al cuerpo, motivo por el cual las emociones repercuten en las enfermedades crónicas. En el caso de la diabetes, se observa que un paciente con antecedentes familiares, expresa la enfermedad, pero adhiere, aceptando, con el compromiso de salir a caminar, tomar la medicación, se inyecta la insulina, hace un plan alimentario adecuado, está comprobado que realmente anda muy bien. En cambio cuando el paciente niega su diagnóstico, o tiene problemas familiares, lo traduce  clarito en el monitoreo de las glucemias. Entonces manifiesta hiperglucemia permanente, requiere mayores dosis de insulina, más medicación, etc. Es decir que las emociones descontroladas generan distintas alteraciones en el diabético. Es una enfermedad que tiene cuatro pilares de tratamiento. Por lo cual no sirve colocarse la Metformina o insulina y no salir a caminar, o caminar pero no tomar la medicación. Es decir que se trata de asumir la enfermedad de manera integral, hacer controles y educarse debidamente para saber llevar su enfermedad sin problemas”.

¿De qué manera influye una situación emocional en el paciente con diabetes?

“Por una situación de estrés el organismo secreta un montón de hormonas que causan hiperglucemia para que la persona, con un páncreas normal, solucione la situación y pueda salir de esa urgencia. En un paciente diabético, donde el páncreas no funciona para nada, o lo hace a medias, esté permanentemente con sus hormonas altas, que en definitiva es lo que genera la hiperglucemia. Por eso el estrés activa las hormonas que hacen que el azúcar en sangre aumente en forma permanente, por lo cual sin una buena función pancreática, es muy difícil de controlar”.

¿Cuántos tipos de diabetes existen?

“Existe la diabetes tipo 2, que significa el 90% de la población. Se trata de personas con sobrepeso, con antecedentes en toda la familia. En un porcentaje menor aparece la diabetes tipo 1, que son las personas insulinodependientes. Generalmente son pacientes delgados, con muy pocos antecedentes familiares. Lo más común es que debuten en la infancia o a lo largo de su vida, con la característica especial que inician con la necesidad de insulina permanente. Después está la diabetes gestacional, que se detecta en la semana 28 del embarazo, que se sigue, con un tratamiento determinado. Si la paciente cumple con todo no existe riesgo, aunque con grandes posibilidades de convertirse en diabética a futuro. El cuarto grupo es más especifico, es decir, se trata de personas con  diabetes por uso de corticoides, de drogas oncológicas, inmunosupresores, pacientes con fibrosis quística, que hayan padecido una pancreatitis, cáncer de páncreas o determinadas enfermedades genéticas”.

¿Puede ocurrir la diabetes de un tipo y transformarse en otro con el paso del tiempo?

“Lo que ocurre muchas veces es que no se hace un buen diagnóstico al principio. El diabético tipo 1 orina mucho, pierde mucho peso, se siente cansado siempre, se mide la glucemia y tiene 400, no consulta para hacer algo inmediatamente, generalmente termina internado. El paciente tipo 2 puede estar sin ningún síntoma hasta que se hace un chequeo y entonces se entera que es diabético. También se considera un grupo intermedio que son personas que empiezan con el azúcar un poco elevada, que no tienen sobrepeso pero que no son delgados, que alrededor de los 40 años de edad empiezan con pastillas, y luego de un tiempo, el páncreas se cansa, y necesitan la insulina para vivir”.

¿Cuál es la función del páncreas?

“El páncreas cumple dos funciones. La exocrina, que es la glándula que permite la digestión de los alimentos, que no tiene nada que ver con la diabetes. Luego tiene una función endócrina, que hace que el páncreas vía sanguínea, secrete insulina”.

¿Qué es la insulina?

“Es como la llave para que la glucemia ingrese a las células. Todos los alimentos que consumimos con glucosa e hidratos de carbono, ingresan al organismo. Entonces el páncreas secreta insulina, la glucosa ingresa a las células del cuerpo, para ser utilizada como fuente de energía. Cuando el páncreas no funciona para nada, no tiene nada de insulina, esa glucemia no puede ingresar a ninguna célula, queda en los capilares y las arterias de todo el cuerpo, y genera diversos síntomas y complicaciones. A veces en la diabetes tipo 2, donde el páncreas funciona a la mitad, este órgano hace mucha fuerza para ayudar a que la glucosa entre, lo cual es la famosa insulina resistencia, por lo cual entra la mitad, la otra mitad no entra, y toda esa glucosa se usa como fuente de energía, queda en las arterias, con lo cual se produce un daño silencioso con el paso del tiempo. De ahí aparecen las complicaciones macrovasculares, infarto, vasculopatía periférica, y microvasculares, como problemas en la retina, lo cual puede ser causa de ceguera, y nefropatía, la mayoría de los pacientes que están en diálisis, son personas con diabetes. Cabe señalar que todo esto es consecuencia de la persistencia de la glucemia alta, si se actúa para controlarla, son consecuencias que no deberían ocurrir”.

¿Cuál es la alimentación recomendada para personas con diabetes?

“Se indica evitar determinados alimentos, pero no prohibirlos definitivamente. Siempre se recomienda una dieta saludable para todas las personas, y cuando el paciente tiene un deseo de comer algo no recomendado, se debe hacer con conciencia. Es bueno conocer el sistema del plato de comida con los grupos de alimentos definidos. La clave es tener la mitad con verduras, por sus fibras y vitaminas, que evitan que la glucemia suba en gran cantidad. Las proteínas que ocupen el espacio de la palma de la mano. Finalmente, en el último tercio del plato, se ubican los hidratos de carbono, que son los alimentos que suben mucho la glucemia. No es lo mismo consumir una papa hervida con unas gotas de aceite, que consumir un helado en el espacio del hidrato. Los simples son los que más elevan el azúcar en sangre, los compuestos un poco menos. En el primer grupo están las golosinas, las bebidas azucaradas, el chocolate, etc. Se recomienda no consumirlos de manera diaria, pero se puede hacer cada tanto si durante el resto del día se alimenta correctamente. Lo ideal es no excederse, no más de 4 frutas por día, variadas y no consecutivas, tratar de no comer a cada rato, lograr cuatro comidas diarias aunque cueste por los horarios de la rutina, evitar comidas compuestas y elegir las harinas integrales”.

Siempre se dijo que es mejor que un diabético no consuma pastas ¿Es verdad?

El diabético puede comer de todo. La clave pasa por la cantidad de harina que consume y su combinación. Se puede disfrutar un plato con tallarines con una salsa con verduras frescas, cada tanto sin ningún problema. En el caso de la diabetes tipo 1, el paciente debe conocer qué cantidad de harina come, para ponerse determinada cantidad de insulina. Es un entrenamiento para ese paciente, aprender a usar la medicación de acuerdo al alimento y cantidad del mismo”.

Este tipo de pacientes se vuelven especialistas de su propia enfermedad ¿Cómo se logra?

“Exactamente. El paciente tipo 1, por bien que haga las cosas, al no funcionar en absoluto su páncreas, debe inyectarse exactamente la cantidad de dosis de insulina para funcionar bien. En general usan una insulina lenta, que suele ser una dosis muy baja. Luego usan insulina rápida antes de cada comida. La insulina dependerá de diversos factores. Si el paciente hizo o no actividad física y la cantidad de hidratos que tiene su plato de comida. Se aprende la cantidad que le corresponde y se la coloca 15 minutos antes de consumir. Si al otro día come carne sin hidratos, no se inyecta. También varía de lo que tiene antes de comer al medirse. Es decir debe corregirse el valor alto y a la vez debe ponerse insulina para lo que va a comer. Es una situación muy variable que genera mucha demanda, por eso es tan difícil de cumplir, porque el paciente se cansa”.

¿Cuál es valor de azúcar en sangre que debe presentar un paciente diabético?

“Para que la enfermedad no presente complicaciones, lo ideal es medir entre 70 y 180. Si se mueve en ese margen la mayor parte del día, el paciente no tendrá complicaciones”.

¿Cómo expresa el organismo del paciente cuando se superan los 180 de azúcar en sangre?

“Lamentablemente la mayoría no presenta síntomas. Hay gente que llega a tener 500 y no siente nada. Cuando la glucemia está alta en forma persistente, durante días y meses, el cuerpo no aguanta y entonces empieza con síntomas. Orina mucho y a cada rato, hasta no aguantar más de una hora. Tiene mucha sed y se siente cansado con tendencia al sueño. Tienen visión borrosa, pierden mucho peso sin ninguna causa. Comen mucho y en pocos días pierden muchos kilos. Así es el manifiesto de tipo 1, en una semana empieza con esos síntomas, en pocos días empeora, y si no hacen una consulta médica, terminan en terapia con una cetoacidosis”.

¿Cómo se atiende el azúcar alto en el momento?

“Lo primero es saber que el paciente se encuentra termodinámicamente estable, es decir que no presente riesgos de complicaciones y se puede tratar de manera ambulatoria. Si no hay síntomas de descompensación aguda, que no está fatigado, ni tiene disnea, que le falte el aire, etc., se trata en el consultorio. Generalmente se aplica insulina, que puede ser transitoria una vez que mejora, sumado a la dieta y una medicación oral. En pacientes con sobrepeso, se puede optar por otros tratamientos y hacer hincapié en la dieta y la actividad física, sumado al control de manera seguida”.

¿Qué pasa cuando se sufre una baja del azúcar en sangre?

Es una situación muy peligrosa porque se trata de una complicación aguda del momento. Si el paciente tiene valores muy bajos mientras duerme, puede tener una arritmia y convulsiones. Generalmente el entorno del paciente suele estar atento para poder actuar. Se aplica una ampolla de glucagón o una inyección si el paciente pierde el conocimiento. Si el paciente está lúcido se aplica la regla de los 15 minutos, donde esa persona bebe una bebida azucarada (gaseosa) ya que se trata de un hidrato de carbono simple, por lo cual sube el azúcar rápidamente. Esa bebida hace que el paciente salga de la urgencia evitando que le siga bajando. Si la persona se come un pedazo de pan o un alfajor, se tarda mucho más. Puede ser un vaso de gaseosa o de agua con 3 cucharadas de azúcar, y se esperan unos minutos para volver a medirse. Si sigue baja por debajo de 70, se vuelve a repetir la operación. Y así hasta que suba por encima de 70 que es donde la persona sale del riesgo y debe consumir un hidrato de carbono complejo, que puede ser pan con queso, para que la glucemia se siga manteniendo. “

¿Qué ocurre cuando el paciente se niega acceder porque no se da cuenta lo que le está ocurriendo?

“Los diabéticos con larga data de la enfermedad empiezan a perder las alarmas, entonces el tipo 1 tal vez tenga 40 de azúcar y de pronto empieza a decir incoherencias, o se desorienta, o empieza a mirar para otro lado, etc. Por eso está en manos del entorno del paciente darse cuenta inmediatamente para ayudarlo a tomar ese líquido con azúcar. Muchos que conservan las alarmas, de pronto tienen sudoración, palpitaciones, desasosiego, se desesperan y es mucho más fácil identificarlos. Es fundamental poder medirle el azúcar, aunque sea a la fuerza para actuar en el intento de subir lo más pronto posible ese nivel de azúcar tan bajo”.

¿Qué ocurre si ese paciente se encuentra solo y tiene un episodio de hipoglucemia?

“Ese es el gran problema. El paciente que se deja estar con valores bajos de azúcar en sangre, puede hacer una convulsión, perder el conocimiento y hasta tener una muerte súbita. Es el gran desafío del paciente y del entorno. Por eso es tan importante brindar educación para evitar estos episodios tan críticos. Si el paciente vive solo y hace muchas hipoglucemias se debe trabajar para evitarlas”

¿Una hipoglucemia es un error del paciente?

“No es un error. Todo insulinodependiente va a tener bajas de azúcar. Lo importante es que no tenga tantas y con demasiado riesgo. Tener una hipoglucemia por vez es muy poco, y si el paciente no pierde el conocimiento, mejor aún. Cada caso se estudia en particular”.

¿Qué es la operación metabólica? ¿Revierte los cuadros de diabetes de tipo 2?

“Es fantástica. La mayoría de los pacientes con diabetes tipo 2 padecen obesidad. La clave es conseguir el descenso de pesoy la cirugía metabólica lo consigue, lo cual implica un cambio en el estilo de vida, donde se requiere menos medicación y en algunos casos la diabetes se puede revertir. Si un paciente tipo 2 que pasó por diversos tratamientos y no muestra mejoras, se deriva para operarse de cirugía bariátrica”.