Bulimia y anorexia: La mirada del nutricionista

Argentina es el segundo país con más trastornos de conducta alimentaria. Los más conocidos son la bulimia y la anorexia que se aplican a partir de cuestiones profundas de la personalidad y contextos individuales.
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Según datos de ALUBA (Asociación de Lucha contra la Bulimia y Anorexia), entre un 10% y un 15% de la población argentina tiene algún trastorno alimentario. Se trata de cambios psicológicos que conllevan alteraciones en nuestros actos en relación a la comida. De acuerdo a las estadísticas publicadas recientemente, nuestro país se ubica entre los primeros lugares de poblaciones con problemas vinculadas a la alimentación. Algunos especialistas aseguran que “La presión que existe en relación a ser una persona delgada es muy fuerte. Que siempre hay comentarios en referencia al peso de las personas, que incluso desde ámbitos profesionales se infiere esta situación al proporcionar dietas restrictivas a los pacientes que desean perder peso. Se promueve constantemente que una persona delgada tiene asegurada la felicidad”.

Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, la bulimia y anorexia representan la tercera enfermedad crónica más común entre los jóvenes. “Se trata de una problemática social de mucha preocupación. La bulimia y anorexia son dos patologías que forman parte del grupo de trastornos de la conducta alimentaria. Considero que se habla muy poco de estas cuestiones a pesar de la presencia de diagnósticos masivos que se registran en escala ascendente”, afirma el nutricionista Pablo Taffarel (CONUER 141). Consultado por INS el profesional asegura que: “Es una problemática que tiene relación con el entorno familiar, que es donde se empiezan a cometer errores que colaboran con la aparición de las primeras conductas sospechosas del joven. Todo lo que ocurre a nivel social, con los medios de comunicación y las redes sociales también tiene su impacto negativo, ya que hacen hincapié en estereotipos de los cuerpos perfectos para el verano, y las comparaciones inconscientes que se empiezan a generar entre los adolescentes a partir de estas consignas, etc.”

¿Cómo empiezan estos procesos?

Generalmente empiezan por cuestiones emocionales, expresadas en angustia, tristeza y diferentes incomodidades”.

¿De qué trata la bulimia?

“La bulimia se relaciona con la salud mental de las personas, donde el atracón, o la sobre ingesta de alimentos son las principales características. Por lo general la persona tiene una necesidad purgatoria de varias veces por semana. Un criterio de diagnóstico incluye las recurrencias del paciente en cuanto a autoprovocarse el vómito luego de ingerir alimentos. Se trata de personas que no siempre tienen sobrepeso. En esta enfermedad el individuo se arrepiente de haber comido en demasía y recae en la necesidad del vómito. Suele hacerlo a escondidas de los demás, se encierra en el baño luego de comer, abre canillas para causar ruido y que el entorno no se dé cuenta de la intención que tiene. Es fácil advertir inflamación de la lengua producto de los reiterados vómitos que se causan, ya que se generan daños por la presencia de pH en los tejidos, ese acido del estomago que no debería regresar a la boca del individuo. Se advierten diferentes alteraciones de las piezas dentarias que suele detectar fácilmente el odontólogo en una consulta de control. Por lo general existe una alteración de los parámetros metabólicos que acarrean serios problemas en la salud de esa persona”.

¿Qué le ocurre al cuerpo que sufre un atracón de comidas? ¿Quedan nutrientes necesarios en ese organismo después del vomito?

“Los atracones son generalmente con alimentos que no tiene buen perfil nutricional. Se trata de dulces, alimentos ricos en grasas, golosinas, etc. Ya partimos de la base de que no se trata de comida saludable, si así fuera, ante una conducta purgatoria se genera poca absorción de nutrientes y una mala digestión”.

¿De qué trata la anorexia?

“La anorexia también está asociada a una enfermedad mental que implica no comer. Es decir, a una alteración metabólica y psicológica relacionada con el entorno social, que requiere de un tratamiento interdisciplinario. La persona no quiere comer a tal punto que se produce un descenso de peso muy importante. Con alteraciones significativas de laboratorio en cuanto a los parámetros bioquímicos, donde baja mucho la albumina en sangre, con alteraciones del hierro, con problemas concretos de anemia, retraso del ciclo menstrual, mucha pérdida de peso, incapacidad para concentrarse y ansiedad, como una característica muy sobresaliente del paciente”.

¿Cuáles son las principales características de la anorexia nerviosa?

“Las personas con este tipo de trastorno suelen comer solos, no compartir la mesa y permanecer aislados. Prefieren saltear comidas principales y hacen hasta lo imposible para que nadie los vea comer. Aparece la obsesión y el control exagerado de las calorías de lo que se consume. Son personas que suelen leer todo el tiempo las etiquetas nutricionales, como las primeras señales a las que debemos prestar atención”.

¿El comportamiento cotidiano suele delatar a este tipo de pacientes?

“Por lo general son personas ordenadas con sus cosas, muy obsesivos en diferentes aspectos del día a día. Se nota que son personas ansiosas todo el tiempo”.

¿Qué tanto influye el entorno cercano del paciente?

Lamentablemente existe mucha presión desde los padres hacia los adolescentes. Se observan muchos adultos que pretenden que su hijo alcance el máximo nivel en determinado deporte. Diciéndole a su propio hijo que lo ve gordo y entonces le exige una dieta, etc. Muchas veces el primer enemigo se encuentra en la misma familia, aunque no sea con mala intención. La opinión condenatoria y exigente puede marcar el rumbo de los adolescentes”.

Siempre se abordan estos trastornos de manera interdisciplinaria. ¿Cómo son los tratamientos?

“El tratamiento nutricional va de la mano del estadio previo de salud del paciente. Se analiza si es un individuo con peso normal o con muy bajo peso. Se observa especialmente su organismo a través de un laboratorio de sangre, para estar atentos al nivel de hierro, vitaminas, etc. A partir del diagnóstico médico se hace una progresión con la alimentación de esa persona, donde el entorno familiar debe colaborar todos los días. El paciente puede lograr una internación en lugares especializados, para conseguir un seguimiento estricto de las conductas de ese individuo. Los trastornos en etapas graves deben contar con acompañamiento profesional las 24 horas”.

¿Se intenta  vincular nuevamente a esa paciente con su alimento de cada día?

“Los casos de riesgo siempre se derivan a especialistas. Un nutricionista debe estar metido en la temática de lleno para poder abarcar el tratamiento de bulimia y anorexia, porque si no existe experiencia especifica, se pueden cometer serios errores”.

¿Puede una persona permanecer años con bulimia y anorexia?

“Si una persona no recibe tratamiento es muy factible que muera. Si existe desatención o se llega tarde, la enfermedad deteriora a tal punto, que ese individuo no puede sobrevivir. Existen pacientes que cumplen una sola comida en el día, otros que incluso pasan días sin comer. Es así como el déficit de nutrientes empieza a desarrollar enfermedades infecciosas”.

¿Cómo son las personas propensas a desarrollar este tipo de trastorno?

“Siempre este tipo de enfermedades se relacionan con la autoestima del individuo. Las personas más vulnerables por carácter y personalidad, pueden acercarse a este tipo de trastornos con mayor facilidad. El entorno puede afectar mucho la salud, y de manera negativa a las personas más débiles, dependiendo la estructura psicológica de ese individuo. Existe la obsesión por comer sano permanentemente (ortorexia), lo cual influye desmedidamente en las conductas de las personas, y puede ser la puerta de entrada a los trastornos alimentarios como bulimia y anorexia”.