Cálculos renales: ”Es un dolor profundo y difícil de prevenir”

Los cálculos renales son depósitos endurecidos que se forman en los riñones y suelen doler al ser expulsados. Dichas sustancias sólidas de minerales y sales ácidas se agrupan en la orina concentrada. Pueden ser extremadamente dolorosos cuando pasan por el tracto urinario, aunque no es frecuente que causen daños permanentes.
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Por Cristina Cartier

Los cálculos renales son relativamente comunes ya que afectan aproximadamente al 10% de la población en algún momento de su vida. “La litiasis renal es una de las patologías más frecuentes, que se atiende en los consultorios y en el área quirúrgica. Quien tuvo alguna vez un cólico renal sabe que se trata de uno de los peores dolores que pueda atravesar un individuo. Se compara con el dolor de un trabajo de parto. Se sabe que incapacita a la persona en todo sentido. Lo complica para moverse normalmente, caminar, en su actividad laboral, etc. Es un dolor profundo y muy difícil”, señala para INS el médico urólogo Dr. Federico Rodríguez (MN 12.022).

¿Qué es un cálculo renal?

“Los cálculos tienen distintos componentes. Hay mucho oxalato de calcio, poseen distintos tipos de consistencia, con diferentes materiales, etc. y pueden estar ubicados en cualquier tramo del árbol urinario. Desde el riñón, uréter, vejiga y uretra. Los más comunes se presentan en el riñón, o cuando van en la bajada, es decir por el conducto que comunica el riñón con la vejiga. Este tipo de cálculos se observan más frecuentemente. Son los que más duelen y dan síntomas contundentes. Es muy claro el cuadro clínico del cólico renal. Si bien hay diagnósticos diferenciales, depende donde esté ubicada la piedra, el dolor es realmente muy característico”.

¿Se manifiesta diferente según dónde esté ubicada la piedra?

“Según la ubicación, podemos imponer un orden de arriba hacia abajo. Es decir que en los riñones, se pueden ubicar en diferentes partes. Dentro de los cálices, que son pequeñas estructuras, o bien dentro de la pelvis renal, que se fusiona y se convierte en una especie de embudo, llega al uréter, y luego hacia la vejiga. Las piedras dentro del riñón pueden variar en su tamaño. Se pueden presentar cálculos de 2 milímetros o 3 centímetros. Es decir que el tamaño de la formación puede involucrar la pelvis renal y los cálices, lo cual se denomina litiasis renal coraliforme, porque presenta forma de un coral. Cuando en una cirugía se extrae uno de estos, realmente generan mucha impresión por su tamaño”.

¿Cuáles son las causas de las piedras?

“Puede ocurrir por alteraciones anatómicas. Es decir en personas que por cuestiones de desarrollo y anatomía diferentes, tienen mayor predisposición a su formación. Algunos pacientes padecen estenosis, es decir obstrucciones en la unión entre la pelvis renal y el uréter. A veces hay vasos, estructuras vasculares que hacen que la arteria que alimenta al riñón, está apoyada sobre el uréter. Esto causa un éxtasis que produce que la orina se estanque, lo cual genera predisposición para la formación de piedras. También existen alteraciones metabólicas, en el calcio, fosforo, magnesio, o de cualquiera de los metabólicos que se eliminan por orina. Al haber un aumento de algunos en la concentración de estos componentes, se forman las piedras. Litiasis, cálculos, piedras y arenilla es todo lo mismo, solo que se presentan en diferente composición”.

¿Se puede hacer un estudio del sistema metabólico para saber si la persona va a formar piedras?

“Hacer un estudio metabólico es complejo. Lo puede pedir el especialista nefrólogo para ver que estructura se elimina mas por orina, a su vez aquella sustancia dura (similar al sarro de la pava) se precipita, se junta con otras para formar esos cristales. Al sacarlos en una cirugía se los puede observar tal cual una piedra en su apariencia, son muy duras y no se diluyen. Depende su estructura, pero sucede que cuesta mucho romperlas, incluso con los equipos de urología”.

Ya que se menciona al sistema metabólico ¿Se puede relacionar la formación de piedras con el estilo de vida de la persona?

“Es fundamental vincular la posible formación de piedras con el beneficio de beber mucha agua. El incorporar líquidos hace que las sustancias duras se diluyan. Lo cierto es que si la persona tiene mucho calcio en sangre, tiene mayor predisposición a la formación de cálculos. Es por eso que existen dietas restrictivas o determinados medicamentos que pueden usarse para diluir dicha concentración de solutos en la orina. Una manera fácil de hacerlo es beber mucho líquido. Igualmente debemos decir que existen personas que son formadoras de cálculos, hagan lo que hagan siguen formando piedras y así sucesivamente. Se trata de patologías crónicas, hereditarias, que son difíciles de prevenir”.

¿Cuáles son los síntomas de los cálculos?

“Sin ninguna duda el síntoma por excelencia es el dolor. También puede aparecer sangre en la orina, que  puede ser microscópica y macroscópica. Es decir que podemos ver la sangre en el pis, lo cual suele alarmar bastante al paciente. También ocurre que la sangre no se advierte a simple vista, salvo que se haga un análisis de laboratorio, que quizás la persona hizo por un simple control rutinario y se encuentra con la situación, por lo cual se completa con una ecografía y se ve que existe una piedra en el riñón”.

¿El estudio de imagen es importante?

“Es fundamental para poder diagnosticar utilizar ecografías, radiografías, y la tomografía que suele ser el método de elección. Actualmente con los tomógrafos nuevos, con cortes finos por sectores, se consigue una visión completa que permite advertir fácilmente las piedras. Las imágenes facilitan rotundamente poder arribar a un diagnóstico rápidamente”.

¿De qué manera el paciente advierte el dolor?

Cuando la piedra baja por el uréter el paciente siente el dolor. Se trata de tres puntos específicos donde se suelen generar los cólicos. En la anatomía de la vía urinaria hay una parte donde la piedra cruza por encima de la arteria, el uréter queda como cabalgado, ya que la piedra transita por encima, se forma como un escalón, por lo cual la piedra tiene dificultad para pasar. En ese sector existe un mecanismo que hace que el pis baje y no regrese para arriba, que es donde suelen trabarse las piedras en su recorrido”.

¿Es la razón por la cual el paciente tiene dolores en determinados momentos, y en otros no siente nada?

“Exactamente. A veces el paciente se levanta bien, no siente dolor, lo cual es a causa del mismo recorrido de la piedra, que no es simétrica. Tienen forma irregular, con puntas, según de qué manera esté orientada es que se presenta el dolor”.

¿Y por que duelen las piedras?

“La piedra no duele en sí misma. Duele por la consecuencia que produce. Su presencia causa una dilatación, se obstruye la vía urinaria, se inflama, y esto causa el dolor. Si la piedra queda en el riñón, duele en ese órgano. Si empieza a bajar, el dolor se va trasladando a distintos sectores del cuerpo. Es necesario hacer un diagnostico diferencial, ya que puede confundirse con apendicitis, torsión de ovario, diverticulitis, quistes, embarazo ectópico”.

¿Cuánto tiempo puede estar una piedra alojada en un organismo humano?

“Puede estar tranquilamente durante años porque según donde se encuentre alojada, es probable que la persona jamás tenga dolores. Si la piedra es chica pero muy sintomática, es necesario atenderla. Lo cierto es que actualmente el láser se ha desarrollado de manera tal que, con tratamientos menos invasivos, se puede evitar una infección implementando una técnica moderna que permite ingresar con una cámara y pasar fibra de láser para pulverizar la piedra que causa molestias”.

¿Pueden ocurrir episodios esporádicos de piedras y no repetir?

“Una persona puede hacer una litiasis de 4 ml, expulsa esa piedra y termina el cuadro. Muchas veces se puede ver la piedra al orinar y otras no se puede porque no todas las piedras son duras. Otras son de una sustancia más blanda que al pasar por la vía urinaria se diluye antes de llegar a la vejiga. A veces ocurre que la piedra se disuelve con el mismo impacto del pis y no puede apreciarse a simple vista, pero si desaparece el dolor. Esta situación puede ocurrir una vez en la vida y nunca más”.

¿De qué tratamientos se dispone?

Se puede optar por un tratamiento quirúrgico o no quirúrgico. Existen tratamientos denominados expulsivos, que consisten en analgésicos, antiinflamatorios y esperar. Muchas veces el profesional pide los insumos que se van a necesitar, mientras se va medicando al paciente, con lo cual puede ocurrir que en ese periodo de espera, el paciente larga la piedra. Si existe mucho dolor y no responde a nada, se opta por colocar un catéter doble jota, que es como un bypass, que va del riñón a la vejiga, con lo cual con dicho implemento se frena el dolor, dando tiempo para hacer un procedimiento quirúrgico para sacar la piedra más adelante. Existen diversas herramientas rígidas, y las nuevas que son flexibles, con tecnología láser que pulveriza las piedras”.