Rendimiento sexual masculino: ”El ansioso pierde”

El funcionamiento sexual del hombre requiere de varios factores. El deseo sexual y las erecciones firmes y duraderas están en la primera línea. El desempeño sexual se puede ver afectado por alteraciones en la nutrición, el estrés, la fatiga, y diversos tipos de medicamentos.
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Por Cristina Cartier

Una erección puede darse correctamente solo si las arterias (sangre entrante) y venas (sangre saliente) del pene funcionan adecuadamente. Precisamente la duración y la intensidad de una erección se dan en función a que la cantidad de sangre entrante sea mayor que la cantidad saliente. La sangre atrapada en el pene produce un incremento en su volumen, y por ende, incrementa tamaño y rigidez.

Efectivamente una mala regulación del organismo, puede llevar a que una emoción provoque un efecto determinado en el deseo sexual, o la excitación sexual de un varón. Suele ser el miedo la emoción que moviliza mecanismos de defensa que pueden afectar la vida sexual de las personas. El especialista Dr. Federico Rodríguez (MN 12.022) explica para INS el abanico de posibilidades que se pueden presentar en el escenario de la intimidad del hombre.

“Tener inconvenientes en el rendimiento sexual, es bastante más común de lo que se piensa. Al varón se lo ubica culturalmente en un lugar donde el macho debe rendir mucho sexualmente, lo cual juega en contra con la fragilidad que puede atravesar circunstancialmente, cualquier hombre”, explica el médico urólogo.

¿Inevitablemente aparece la sensación de frustración?

“El hombre siente mucha presión, generada por si mismo incluso más que lo que le causa a la pareja esa situación. Por lo general la compañera busca la manera de colaborar para salir adelante si algo falla. Es el mismo varón el propio enemigo porque siente culpa ante lo que le ocurre, se siente menos hombre y está comprobado que siente temor a ser abandonado”

¿Y esa autopresión juega en contra?

“Aquí hablamos de los mediadores, las sustancias relacionadas con la adrenalina, el estrés, todo tipo de factor que no logre solucionar. El estrés es un mecanismo de huida, donde la persona desea salir corriendo porque lo está pasando muy mal. Todos experimentamos momentos de frustración que genera un estrés, y la adrenalina en lugar de ir hacia el lado de una erección, va hacia el lado contrario. El acto sexual debe ser de relajación, de mucha tranquilidad y disfrute”.

¿Existe cierto crecimiento del varón para asumir y naturalizar la temática?

“Estamos frente a una apertura intelectual a nivel general. Las mujeres vienen más acostumbradas a ir al ginecólogo y someterse a las revisaciones médicas. El varón es más tímido y le cuesta más ese acercamiento con un profesional. Afortunadamente cada día se naturaliza más la consulta médica entre los hombres que enfrentan problemas íntimos. Se habla más de sexualidad en diferentes ámbitos sociales, como en las escuelas donde se instalan algunas charlas del tema, etc. A veces se suele hablar deliberadamente en reuniones de amigos, y debemos entender que el sexo debe ir siempre acompañado de respeto. Se debe considerar mucho al acto sexual en sí, a la otra persona que forma parte de ese encuentro, y debe haber respeto hacia sí mismo también. Estas consideraciones generan que la persona se relaje, pueda soltarse y animarse para consultar a un especialista”.

¿Qué se requiere para un buen funcionamiento sexual del varón?

“Primeramente se debe tener un buen estado de salud, que implica estar atentos a diferentes alarmas del cuerpo. En tal sentido la parte sexual es “la alarma”. Muchos diagnósticos médicos aparecen en la consulta por disfunción sexual. Se suele advertir hipertensión, diabetes, aumento de colesterol, síndromes metabólicos, alteraciones en las hormonas, la andropausia. Existen diversos factores que salen a la luz en un encuentro íntimo. El hombre advierte que no se le para, o que tiene irritación, etc. La naturaleza es muy sabia porque el hombre que nota falla en su sexualidad le va a prestar atención. Es donde se animan a la consulta, se descartan cuestiones funcionales, y se detecta, por ejemplo, que una cuestión emocional está afectando a ese individuo en su vida intima”.

¿Cómo sucede una erección?

“Existen erecciones involuntarias que se producen en distintas etapas del sueño. Pasan durante la noche y son fisiológicas y naturales, que no se relacionan con el deseo sexual. Luego están estas últimas, que aparece ante un estímulo que puede ser visual, olfativo, auditivo, táctil, de temperatura, de hacer una tarea de pensamiento, recordando situaciones que trae la mente, con lo cual no es necesario indefectiblemente estar en contacto con alguien. Este mecanismo libera mediadores químicos que causan una vasodilatación. Debe existir una dilatación del endotelio (que tapiza arterias y venas), considerado un órgano más, que se encarga de liberar mediadores, como el dióxido nítrico, que es un vaso dilatador que se libera cuando la persona tiene un estímulo. Las venas se relajan, ingresa sangre, se cierran determinadas válvulas, la sangre entra y llena los cuerpos cavernosos, que es la parte contráctil del pene, y esa cantidad de sangre acumulada, genera rigidez en ese órgano”.

¿La erección es porque existe deseo sexual?

No necesariamente. Puede haber una erección sin deseo sexual. Es decir que la persona puede tener relaciones sexuales sin tener ganas. También puede ocurrir que la persona no tenga deseo y tampoco logre una erección. Sabemos que la falta de deseo genera una disfunción en ese individuo”.

¿Cuáles son las causas que pueden generar un mal rendimiento sexual en el varón?

“Puede ocurrir que no vengan las ganas por alguna alteración de tipo hormonal. Si bajan los niveles de testosterona baja totalmente el deseo sexual. Si esto ocurre se pierde la posibilidad de obtener una erección, y comienza un circuito cerrado del cual es difícil salir. El hombre asume que una vez falló, donde quizá la cuestión fue causada por las hormonas, se suman factores emocionales y el varón se desorienta. Esa situación se prolonga en el tiempo y el varón se encuentra en un gran problema”.

¿Qué tan importante es la actitud del hombre?

“Cuando el varón niega lo que le está pasando es como no advertir la luz de alarma, tapar la señal que el cuerpo está pasando. No darle importancia es un gran error ya que el asunto se agrava a medida que pasa el tiempo. Lo importante es detenerse, recurrir a la consulta y analizar un tratamiento, o reencauzar la vida desde lo cotidiano para conseguir un cambio porque lo emocional está afectando más de la cuenta. Si la compañera apoya al varón en trance todo se hace más fácil. Desaparece la actitud machista y se empieza a transitar el camino de la comprensión para conseguir soluciones”.

¿De qué depende la duración de una erección?

“Varía mucho, pero se debe considerar el tiempo de eyaculación. Luego de la misma existe un periodo refractario. Lo que varia es el tiempo de dicho periodo, que depende de varios factores como la edad, etc. Este periodo puede durar un minuto, quince minutos, cinco horas, un mes, dos años, lo que fuere. Cada persona es diferente. Cada hombre experimenta su propio tiempo en relación al deseo sexual y se debe respetar. Si la persona fuerza ese mecanismo aparece la frustración, porque se pretende tener relaciones cuando no hay ganas, el cuerpo no va a funcionar por una cuestión netamente fisiológica. Siempre es muy importante que ambas personas se conozcan, por eso resolver cuestiones de la intimidad es mucho más fácil en una pareja estable”.

¿En qué consiste una erección débil?

“Se asocian a un mal funcionamiento del mecanismo vascular. Es una erección insuficiente donde la persona quizá necesite de algún derivado del sildenafilo, con lo cual automáticamente se regresa a las relaciones normales, o placenteras, con una erección necesaria para conseguir un buen acto sexual. Está todo relacionado pero la falla puede ser parcial. Quizá ocurre que el hombre se siente cómodo en su encuentro intimo, pero se encuentra bajo de determinada hormona, por lo cual se debe suplementar, quizá algún vasodilatador, es decir, las drogas que se indican en la disfunción sexual”.

¿La droga comercial viagra cambio la realidad del varón?

“El viagra fue un antes y un después en la vida sexual de los hombres. Se trata de una droga relativamente nueva que le da solución a diferentes inconvenientes de la intimidad. No está mal usar drogas para ayudarse. Los medicamentos son herramientas desarrolladas para ser utilizadas si hay necesidad. Si un hombre tiene una dificultad íntima debe tomar una pastilla para darle solución al problema”.

¿Los tratamientos son de por vida o empiezan y concluyen con el alta del varón?

El pene no es un órgano independiente del resto del cuerpo del hombre. Entonces si se trata de un hombre con diabetes, se debe tratar esa enfermedad, mantener los valores de glucemia normales, hacer una dieta adecuada, actividad física, y sin dudas que sexualmente se va a mejorar. Lo mismo ocurre si existen problemas vasculares con valores altos, ya que el pene al ser justamente un órgano vascular, no va a funcionar si no se atienden esos desordenes”.

¿Se trata de soluciones rápidas?

Siempre es a largo plazo. El ansioso en el sexo, pierde. El mecanismo de ansiedad es negativo para la instancia de la intimidad siempre. Si el inconveniente lo causan las emociones, al recuperarse, la persona sale del momento difícil, vuelve a tener erecciones sin ninguna ayuda farmacológica. Se pude dosificar la medicación empezando con determinada dosis que luego se puede reducir según la necesidad. Suele pasar que el varón simplemente enfrentado a un determinado tratamiento empieza a expresar mejoría por una cuestión de confianza que empieza a sentir ese varón”.

¿Puede hacer daño un tratamiento con drogas por mucho tiempo?

“No existe ningún daño colateral en este tipo de tratamientos. Un hombre puede hacer uso de drogas durante toda la vida sin ningún problema. De hecho existen medicamentos que se indican en dosis bajas de forma diaria, otros pacientes se atienden con medicamentos cada tres días, etc. Se trata de vasodilatadores que causan un efecto determinado. Todo medicamento tiene una dosis con determinado efecto, si se pasa de esa línea, se pueden experimentar efectos negativos, es decir todo lo contrario a lo que se pretende. Si se aplica menos de los que nenecita ese individuo, no se consiguen efectos de ninguna índole. Es como un placebo, lo cual no hace más que cumplir una función psicológica”.