Dra. Obieta: ”Las vacunas sirven para Ómicron”

A punto de finalizar el 2021, y transitando el segundo año de pandemia a causa del Covid-19, nuestro país registra alrededor de 5 mil casos diarios de infectados. Las nuevas variantes del coronavirus despiertan preocupación en países donde el aumento de casos positivos, se vincula particularmente a las cepas que van apareciendo.
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Por Cristina Cartier

En Argentina la Delta tiene la responsabilidad de más del 90% de los reportes oficiales. Tras el desembarco de la variante Ómicron procedente de Sudáfrica, se evalúan nuevos planes de control. Se menciona una especie de “muro flexible”, que va del pase sanitario (en vigencia a partir de enero 2022 para todo el país) , a eventuales restricciones, que no se detallan hasta el momento. La postura de las autoridades sanitarias a nivel nacional, se mueve en relación a evaluar constantemente “la curva de contagios”, para considerar posibles nuevas medidas. INS dialogó con la infectóloga Elena Obieta (MN 76.451), gran referente de información para los medios periodísticos, con quien analizamos el segundo año frente al coronavirus, las posibles amenazas que generan las variantes que aparecen en el mundo, y la experiencia personal de los médicos que deben contrarrestar el día a día en los hospitales, y sus vidas privadas.

¿Cómo se siente un infectólogo en el segundo año de pandemia?

“La verdad, cansadísima, no te voy a mentir. Tengo la sensación de que no hemos parado en ningún momento, como que nos robaron dos años de nuestras vidas. Si cierro los ojos y me pregunto: ¿Qué hice este tiempo?, la respuesta es que me levanto todos los días a la misma hora para ir al hospital, que estudio mucho y constantemente para poder explicar en los medios, lo que está pasando, con la evidencia científica con la fuimos contando. En el medio de todo eso, los pacientes míos, los amigos que me hacen preguntas sobre el coronavirus, la familia. Es decir, han sido dos años de mucha intensidad”.

¿Una intensidad que se siente en el cuerpo y en la mente?

No me quejo en absoluto porque es mi trabajo. No me quejo porque no me morí, no me enfermé de Covid, no se me fue nadie muy cercano. Aunque si lamento que se me fueron algunos pacientes que amo, como Stella Maris, que, si no fuera por el virus, estaría dando vueltas por la vida con su novio motoquero”.

Aunque esperamos ansiosos un comunicado oficial que señale el fin de la pandemia, suponemos que aún no termina. ¿Usted coincide?

“Todavía falta mucho para terminar con la pesadilla. Hay consideraciones descriptas desde la Peste bubónica, y es que una pandemia le lleva dos o tres años hasta ir desapareciendo. Se tienen que dar ciertas condiciones. Por un lado, que no exista población susceptible, capaz de infectarse y enfermarse. Y esto tiene relación directa con el hecho de vacunar a las personas, y que las mismas sigan usando barbijo para evitar contagios. Y, por otro lado, tenemos la situación de que el virus va ganando en su capacidad de transmisión, pero vaya perdiendo su capacidad letal. Por lo cual quizás termina siendo como los coronavirus de los “buenos”. Científicamente sabemos que conforman una familia de virus, con integrantes de toda índole, entre los cuales están los coronavirus “malos”, entre los que contamos al SARS-COV  2. Es decir que el virus va mutando hasta que pierde sus fuerzas iniciales, y no hace el daño que mostró al comienzo de su aparición”.

¿Existe mucha gente sin vacunarse en Argentina?

“Las cifras muestran muchas personas sin vacunarse. Quedan más de 6 millones de argentinos que quizá se dieron una sola dosis y después se colgaron. Hay que insistir con ese sector de la población para que concurran a completar los esquemas”.

¿Ahora la vacunación completa son las tres dosis?

“Lo que sabemos hasta el momento es que para poder hacerle frente a la cepa Delta, que es la que predomina en Argentina, (porque a Ómicron no sabemos mucho), necesitamos un sistema robusto inmunológico, lo cual se alcanza con dos dosis de vacunas. Después de seis meses, van bajando las defensas, entonces hay que pensar en refuerzos”.

Dra. Elena Obieta, infectóloga (MN 76.451)

¿Esto cambió a partir de las nuevas variantes?

“El esquema primario de vacunación son tres dosis para inmunosuprimidos, para quienes portan HIV, o toman corticoides, personas trasplantadas, o mayores de 50 años que hubieran recibido dos dosis de Sinopharm. Para las personas que integran estos grupos, se tiene en cuenta una tercera dosis, pasado el mes de aplicada la segunda. De ahí en más se los considera personas vacunados con esquema completo”.

¿Combinar marcas de vacunas en las tres dosis, es relevante?

Siempre digo que la mejor combinación de vacunas es la que tengamos aplicadas. Lo importante es que la persona fabrique los anticuerpos para eventualmente, bloquear la entrada del virus. Las vacunas son “inmunización activa”, lo cual implica un sistema de defensas diseñado contra determinada enfermedad, por lo cual duran más que un suero. El cuerpo humano genera anticuerpos contra el coronavirus, es decir la proteína S, sin importar de qué manera llegó al organismo. Es decir, si lo hizo con una plataforma de adenovirus, como la Sputnik o AstraZeneca, o con un virus inactivado, como el caso de Sinopharm, o con plataformas de ARN mensajero. Siempre la persona fabrica los anticuerpos necesarios. Incluso se ha observado en algunos casos, mayor protección cuando se mezclan las marcas de las vacunas”.

¿Cuál es la situación con variante Delta?

“Distinto es lo que el tiempo nos fue enseñando. La variante Delta no la conocemos hace tanto y se fue instalando de a poco, y acaparó en varios países con su presencia. Actualmente lo que sabemos y observamos en Argentina en relación a los números, es que lenta, pero sostenidamente van aumentando los casos de coronavirus, sabiendo que la responsable es la variante Delta. Si dentro de un mes, los casos se reparten responsabilidades entre Delta y Ómicron, es algo que no lo podemos decir, porque no hay manera de saberlo. En estos aumentos de casos, seguimos teniendo un bajísimo porcentaje de personas internadas en las terapias intensivas, y un bajo número de fallecidos”.

¿Se trata de personas vacunadas?

“La gran mayoría de las personas internadas, y que mueren por coronavirus son personas que no se han vacunado”.

Aseguran que Ómicron posee características muy distintas del resto de las variantes conocidas. ¿Por qué es tan diferente esta cepa?

Porque tiene más de 50 cambios o mutaciones en su número de ARN Mensajero, que es como su código genético. Más de 30 mutaciones se relacionan con la proteína S, que es la punta de la llave con la cual el virus ingresa a las células. También sabemos que, hasta el momento, parece ser más transmisible, y que ha infectado a una población joven en su gran mayoría. Los primeros casos descriptos, señalan universitarios en Sudáfrica, que además mostró un aumento significativo de casos positivos, por eso se afirma que es más contagiosa. Si tendrá escape inmunológico (si irá más allá de los anticuerpos neutralizantes, es decir las defensas que el cuerpo generó por haber tenido la enfermedad o por tener las vacunas), aún no está determinado. Con tanto cambio pudo haber ganado contagiosidad, pero puede pasar que pierda ciertas virtudes, como, por ejemplo, su capacidad de hacer daño”.

¿Entonces preocupa mucho más Delta que Ómicron?

Actualmente preocupa mucho más la cepa Delta, pero no sabemos lo que puede ocurrir con Ómicron, ya que se puede transformar en un monstruo, lo cual no lo podemos afirmar”.

¿Cómo se trabaja con tanta incertidumbre?

“Primeramente buscando información e intentando leer todo lo que se pueda. Si no encontramos datos consultando a los colegas de otras partes del mundo, entonces se espera a que ingrese información que genera la misma realidad. La bibliografía internacional es muy confiable y actualiza sus publicaciones permanentemente. Se trabaja en equipo porque estamos en una emergencia. En este caso La Sociedad Argentina de Infectología (SAI), creó una comisión con representantes de cada provincia para reunir información y cubrir las necesidades de cada lugar, incluso pensando en el diseño de normas para las actividades que así lo requieren”.

¿Sorprende el nivel de mutación de Ómicron?

“Los virus tienen la tendencia natural a la mutación. Algunos más rápidamente, otros más lentamente, porque esto depende de sus mecanismos regulatorios. Es una especie de “corrector ortográfico”, como ocurre en cualquier dispositivo. Si el virus está circulando en la comunidad libremente, (porque las personas ya no se cuidan), va pasando de persona en persona, y se va “copiando”, lo cual puede ocurrir una o 50 veces”.

¿Las vacunas disponibles sirven para las variantes que van apareciendo?

“Las vacunas disponibles hasta la fecha sirven para Ómicron. Es la razón fundamental de que las personas deben completar sus esquemas para hacerle frente a las novedades del virus, evitando la generación de nuevas cepas”.

¿Qué se recomienda a la población frente a las fiestas de fin de año y las posibles vacaciones?

“Si no usas el barbijo porque estamos comiendo, lo ideal es sentarse en diagonal, a cierta distancia, con circulación cruzada de aire, no hablar a los gritos y lavarse las manos. El barbijo debajo de la nariz no sirve, se recomienda tratar de usarlo en ambientes cerrados. Es fundamental no relajar nuestro comportamiento en relación a los cuidados, porque la crisis no terminó y aún tenemos riesgos. Falta un tiempo, pero esto también pasara”.