Alimentación consciente en las fiestas de fin de año

Con las cenas de Navidad, año nuevo y las vacaciones, se presentan situaciones poco felices en relación a las personas que desean mantener su peso, o continuar su objetivo de descenso más allá de la rutina. Los especialistas aseguran que lo ideal es considerar un manejo nutricional que nos permita disfrutar del tiempo libre sin alejarnos de una alimentación consciente. El nutricionista Pablo Taffarel (MP 141) desestima rotundamente las dietas y defiende desde lo profesional los planes de alimentación que nos faciliten un estilo de vida saludable. Recomienda especialmente acceder, en su justa medida, a los alimentos que más nos gustan y acompañar con actividad física de manera constante. “Es fundamental utilizar criterios básicos para poder disfrutar sin alejarse de la alimentación saludable”, afirma el profesional a InformandoSalud.
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Por Cristina Cartier

¿Qué es la alimentación consciente?

“Existe un concepto establecido en la sociedad que para cambiar o mejorar la salud, se debe hacer una dieta estricta, pasar hambre y restringir mucho las calorías diarias. En realidad la alimentación consciente se relaciona con poder entender que la obesidad o el sobrepeso son problemas de hábitos, que tienen que ver con la ingesta misma, con la cantidad de alimentos, con la calidad y la frecuencia. Se trata de un proceso en el cual la persona debe entender hasta dónde se puede comer determinada preparación, y de qué manera después, incorporar buenos hábitos alimentarios al día a día. Hay que considerar que la restricción de calorías no es la salida de la obesidad. No hay que cometer el error de hacer dietas estrictas un tiempo antes, para poder disfrutar las cenas de fin de año o las vacaciones. Esto es lo que genera un problema mucho más grave de lo que parece. Por eso las personas debemos aprender a comer de una manera más sana, con los grupos de alimentos que nos generen placer, combinarlos debidamente, pero siempre desde el disfrute porque es parte del entorno saludable que se recomienda“.

¿Existe una inclinación a desestimar las dietas?

“Las dietas no se pueden mantener a lo largo del tiempo y suelen generar sentimientos adversos en la persona que quiere bajar de peso, porque si no logra su objetivo cuando lo desea, o de la manera que lo desea, ese individuo se frustra y entonces el resultado es el famoso efecto rebote. Lo primero que se advierte en el consultorio es la cuestión psicológica o emocional de las personas. Aquellos que se acercan con la estructura en su mente donde el nutricionista le facilite el menú y lo rete si no cumple los objetivos. La recomendación es hacer entender que los alimentos generan placeres y vínculos con otras personas. No hay que hacer dietas ni promover actos restrictivos durante un tiempo. Lo ideal es diseñar un plan de alimentación en particular para cada paciente. El enorme desafío actual es cambiar la forma de pensar frente a los alimentos. Adquirir buenos hábitos es un proceso de construcción para siempre. Una vez que se aprenden ciertas pautas es sencillo mantenerlas en el tiempo sin sufrir“.

Pablo Taffarel, nutricionista. (MP 141)

¿Se relaciona la comida con las emociones del paciente?

Los trastornos alimenticios nacen en la mente de la persona. Somos gordos de mente porque pensamos de manera distorsionada acerca de lo que significa la obesidad y sus implicancias metabólicas. Si no logramos cambiar la forma de pensar es muy difícil  cambiar la forma de comer y mejorar un estado nutricional. Por eso en muchos casos se indica que el paciente sea acompañado de terapia psicológica ya que se determina que los problemas de peso tienen conexión directa con las emociones del individuo. El paciente generalmente plantea angustia y ansiedad“.

¿Se advierte sólo en pacientes adultos?

“Desde los 10 años de un niño se puede apreciar fácilmente de qué manera influyen las emociones en el peso. Los niños sufren a causa de la distorsión de la imagen corporal, relacionada con muchos factores sociales: el prejuicio de los otros niños que se detienen en calificar según la apariencia física del par, generando muchos trastornos que en la adolescencia, con los cambios hormonales se potencian notablemente, incluso desarrollando enfermedades“.

¿Las personas suelen ser exigentes con su propio cuerpo?

“El tema principal es aprender a querer nuestro cuerpo y aceptarnos. Siempre se mira al de al lado, y muchas veces son los modelos de la televisión o las redes, donde la persona anhela tener ese aspecto físico, promoviendo la competencia entre la gente que empieza a cambiar su estilo de vida en pos de ese objetivo. El peso corporal engloba el factor genético, y hay que entender que no solamente se pesa la grasa, sino que también pesamos los órganos, la orina, la sangre, los huesos, los músculos. Debemos aceptar nuestro cuerpo entendiendo que se puede mejorar el peso, la calidad de vida, pero entendiendo que todas las personas tenemos un límite acondicionado por la genética que nos determina nuestro aspecto“.

¿Qué sucede si no aceptamos nuestro cuerpo?

“Generalmente se termina en dietas restrictivas, aquellas que prohíben todo, esperando que el paciente baje de peso. Y al final de cuentas termina siendo una lucha sin fin porque ese rollito no desaparece y la persona se angustia. Entonces el problema se potencia porque se desacelera el metabolismo y el asunto se agrava porque se está haciendo todo mal“.

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¿Existen los alimentos con “mala fama”?

“Si, los hidratos de carbono tienen mala fama. Hay que entender que este grupo de alimentos debe formar parte de nuestro plato de comida. Quizá si elegimos unos tallarines, es simple cuidar la porción incorporándole la proteína (carne, huevo o lácteos),  y los vegetales que más nos gustan. Es importante comer lentamente, disfrutando cada bocado, combinando los grupos de alimentos debidamente y prevenir excesos. Es decir, los carbohidratos no pueden faltar en nuestra alimentación respetando las cantidades que se sugieren“.

Teniendo en cuenta que las mesas de fin de año presentan mayor cantidad de calorías ¿Se recomienda comer un poco de cada propuesta o seleccionar?

“Se sabe perfectamente que en este tipo de reuniones las personas comen siempre de más, lo cuál no hará que se aumente de peso. Ni las fiestas ni las vacaciones son desencadenantes de un sobrepeso, lo más probable es que el problema sea anterior debido a los hábitos incorrectos. Hay que intentar un menú caliente por sistema cerrado (que es lo que se sirve al plato) y apartarse del sistema abierto,  que generalmente es un menú frío muy difícil de regular (lo que se sirve en bandejas y la persona va tomando). Lo ideal es transformar el concepto, y entonces servirse lo que se piensa consumir, armar ese plato, para poder saber en definitiva exactamente lo que se come y en qué cantidad. Es un buen truco que facilita la cena aún sabiendo que también la persona comerá algo demás, pero mucho más controlado“.

¿Qué es un atracón?

“Se trata de una conducta emocional alterada donde la persona come sin ningún tipo de consciencia ni control. Es la situación donde no existe un freno ante un plato de comida, lo cuál muchas veces termina en un vómito. La principal causa de un atracón es un trastorno de ansiedad que hay que prestarle mucha atención porque puede llegar a ser un síntoma de una enfermedad“.

Un par de recomendaciones de lo que no se debe hacer ¿Cuáles serían?

“Lo primero que recomiendo es no hacer dietas ni preocuparse demasiado por la comida y evitar conductas de atracones. No implementar mitos de alimentación que no se sabe de dónde vienen y pueden ser contraproducentes en la salud (dietas líquidas y privativas)“.

Un par de sugerencias en relación a las fiestas y las vacaciones ¿Cuáles serían?

“Permítanse disfrutar de una comida que les genera placer y vínculos con la familia, porque nos hace bien emocionalmente. Por supuesto recomiendo hacer gimnasia, actividades que les guste y les signifique un momento de placer, porque eso ayudará mucho a comer sin culpas, más allá de las fiestas y las vacaciones. Que los buenos mensajes sean parte de la vida cotidiana de las personas es lo que perseguimos desde lo nutricional“.