Incontinencia urinaria femenina: Traumático, pero fácil de resolver

La incontinencia urinaria es la pérdida del control de la vejiga y significa un problema frecuente que causa vergüenza en las personas. La intensidad abarca desde perder orina ocasionalmente cuando toses o estornudas, hasta tener una necesidad de orinar tan repentina y fuerte que no llegas al baño.
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Por Cristina Cartier

Según los especialistas, un diagnóstico oportuno es la primera clave para avanzar con confianza en el objetivo de conseguir una vida normal. Lo primero que debemos saber es que no se trata de una enfermedad, sino de un síntoma de otras enfermedades que se pueden tratar con éxito, teniendo en cuenta que el primer escalón terapéutico lo constituyen las medidas higiénicas y los hábitos alimentarios. El tratamiento farmacológico es específico para cada tipo de incontinencia urinaria, y ante un posible fracaso en este terreno, una cirugía puede representar la solución al problema.

El medico urólogo Dr. Matias Caradonti (139200) se refiere acerca de las altas probabilidades de las mujeres de sufrir incontinencia urinaria (5 de cada 10 mujeres lo sufren), los factores de riesgo asociados, y las chances de mejorar la calidad de vida: “Es una cuestión fácil de resolver desde el punto de vista médico, pero muy traumático para los pacientes”

¿Qué es la incontinencia urinaria?

“Si vamos a lo cotidiano de la persona, estamos hablando de la perdida de pis. La incontinencia urinaria la podemos dividir en dos grandes grupos: la incontinencia de esfuerzo y la incontinencia de urgencia. En el primer caso se trata de aquella pérdida de orina que normalmente le ocurre a las mujeres frente a un esfuerzo mínimo o máximo. Puede ser simplemente levantar una bolsa del supermercado, o levantarse de la silla, o lo que sea que forme parte de su rutina. Puede tratarse de un esfuerzo máximo como hacer actividad física o andar en bicicleta, tener relaciones sexuales, etc. Obviamente es proporcionalmente a la gravedad, es decir si una mujer pierde pis cuando levanta una bolsa, es mucho más grave que si esto sucede al hacer gimnasia. Después tenemos la incontinencia de urgencia, que es el episodio donde la mujer se encuentra en una situación normal, y de golpe tiene ganas de orinar, pero no llega al baño y tiene una pérdida. Por eso es muy importante diferenciar estos dos tipos de situaciones, ya que, dependiendo del tipo de incontinencia, será el tratamiento para esa paciente”.

¿Es decir que es fundamental ese primer encuentro del paciente con el especialista donde la mujer refiere lo que le pasa en su cotidianidad?

“Exactamente. Lo más importante es el interrogatorio del médico al paciente. Cabe señalar que no hablamos de una cuestión grave, pero sí de mucha afectación social y emocional para la mujer que lo padece. Es decir, una mujer que se ríe y pierde pis, intenta no hacerlo. Una mujer que pierde orina cuando tiene relaciones sexuales, claramente deja de tenerlas. Una mujer que pierde pis cuando hace actividad física, deja de hacerlo. Por lo cual queda muy claro que, en lugar de resolver el problema, empieza a evitar hacer todo aquello que le genera esta incomodidad. Las mujeres que tienen incontinencia de urgencia, están atentas cada vez que salen, de tener un baño cerca por si pasa algo. En general las mujeres se sienten muy molestas, sienten mojada la zona y perciben olor, todo un cuadro de situación que es un verdadero problema”.

¿Se trata de una enfermedad o de síntomas asociados a diferentes enfermedades?

La incontinencia urinaria es una consecuencia de muchas enfermedades, como la obesidad, que realmente resulta un factor de riesgo, ya que aumenta el peso por gravedad en toda la zona. Las mujeres que han tenido muchos hijos con parto normal también corren riesgo. Las personas que fuman, las que están en proceso de menopausia, ya que se genera una retracción de la vagina, con un acortamiento de la uretra, aumentando los ciclos de incontinencia, etc. El alcohol, el mate, el té, y todo aquello que irrita la vejiga son factores de riesgo. También tienen injerencia las infecciones urinarias, etc. Es decir que la incontinencia es una consecuencia de algo, no se da por sí sola, sino que resulta un manifiesto de una situación del organismo de esa persona. Cada vez que una mujer se acerca a la consulta, lo cual cuesta mucho ya que genera mucha vergüenza, lo primero que se debe hacer es descartar que no exista ningún proceso infeccioso, por eso el examen físico es clave para lograr un buen diagnóstico“.

¿En qué edades suele presentarse la incontinencia urinaria?

“Generalmente consultan mucho las mujeres entre 50 y 60 años. Ocurre también en mujeres de 30 o 40, pero es menos frecuente. Las mujeres de 50 se las vincula con alteraciones del ciclo menstrual, muchas empiezan con actividad física en esta nueva etapa de sus vidas, con nuevas exigencias donde pueden aparecer alteraciones anatómicas, y optan por consultar con un especialista. Y en el caso de las mujeres mayores se vincula al prolapso que normalmente les genera la incontinencia urinaria. Es decir que muchas veces, operando el prolapso se soluciona la incontinencia“.

¿Se puede prevenir la incontinencia urinaria?

Obviamente que existen cuestiones que son naturales de la evolución del ser humano, y otras que se pueden evitar. Por ejemplo, podemos regular el sobrepeso o hacer ejercicios específicos (Kegel). Todo aquello que sirva para tonificar la zona, viene muy bien. Estamos hablando de los músculos que están ubicados en la parte inferior de la pelvis. Se pueden hacer ejercicios muy simples como cuando la persona esta orinando, de repente cortar el chorro del pis durante dos o tres segundos, y luego aflojar. Repetir el movimiento varias veces para darle mayor fuerza al esfínter. Otro ejercicio es acostarse en la cama, flexionar las rodillas y levantar la cola, mantener unos segundos en alto, y aflojar. Todo esto fortalecerá los músculos de la zona. A veces únicamente con estos ejercicios y una estimulación motora, mejora mucho y las incontinencias leves directamente, se curan“.

¿Se recomienda una práctica diaria para lograr buenos resultados preventivos?

Que se convierta en un estilo de vida en estas mujeres. No es necesario todo el día a toda hora, pero si establecer una rutina de ejercicios diarios para ayudar y mejorar”.

¿La alimentación tiene relación directa en la incontinencia de orina?

No está directamente asociado, pero se sabe que al consumir alimentos o bebidas que irriten la vejiga, se puede generar un aumento de la contractibilidad (que puede generar contracción) del músculo que se encarga de hacer pis, entonces hay necesidad de orinar muy frecuentemente. Se recomienda no tomar líquidos de forma abrupta o de golpe, porque la capacidad de la vejiga se completa rápidamente, lo cual obliga a ir recurrentemente al baño, es decir que todo debe ser de manera regulada y no excesiva”.

¿Con qué tratamientos cuentan los pacientes?

Una vez que diferenciamos el tipo de incontinencia, vemos los caminos a seguir. La incontinencia de urgencia implica una medicación que disminuya la contracción del musculo que genera la diuresis (secreción de orina), es decir que la medicación evita que se contraiga el musculo de la vejiga. Existen diversos tipos de medicamentos algunos más tradicionales y otros más modernos que no presentan tantos efectos adversos. En el caso de la incontinencia de fuerza, se coloca una malla suburetal, (por debajo de la uretra). Se trata de una técnica quirúrgica sencilla que refuerza el musculo que se encuentra debilitado para que cuando la mujer tose, no pierda pis. Muchas mujeres que padecen ambos tipos de incontinencias, (mixtas), mejoran la de urgencia con esta cirugía. Es una intervención que cuenta con el alta clínico al día siguiente. Ya a las pocas horas, la mujer nota un cambio muy importante. Aquí la importancia de comprender que esta dolencia tiene solución, que la calidad de vida cambia rotundamente luego de someterse a estos tratamientos“.

¿Es decir que primero se prueba con fármacos y luego se recurre a las cirugías?

Los tratamientos con fármacos están asociados a la incontinencia de urgencia. Es decir que se sugieren para este tipo de incontinencia puntual, y según la evolución del paciente, se va retirando la medicación, o se puede aumentar la dosis, o combinar drogas, etc. Si la incontinencia es por esfuerzo se trata con una cirugía. Se abordan totalmente distinto y el resultado es muy bueno en ambos casos“.

¿La incontinencia es una cuestión netamente fisiológica o el factor estrés puede ser causante?

El estrés tiene mucho que ver en este tipo de trastornos. La situación de pandemia generó muchas consultas al respecto. El estrés se vincula al sistema autonómico, es decir que es algo que las personas no podemos manejar. La vejiga tiene mucho que ver con este sistema nervioso, por lo cual sabemos que las mujeres con incontinencia urinaria, padecen cuestiones de estrés”.