Pérdida de olfato y gusto por Coronavirus, causas y tratamientos

Uno de los síntomas llamativos de la infección por Covid-19 es sin dudas la pérdida de olfato y gusto que se produce en un elevado porcentaje de quienes se contagian. Esta alteración puso en el radar una patología que fue descubierta sobre el final del siglo 19. En INS hablamos vía Zoom con la Dra. Graciela Soler (MN 69.927) Otorrinolaringóloga, especialista en olfato y gusto sobre las causas y tratamientos de esta angustiante dolencia.

La Dra. Graciela Soler http://gracielamsoler.com.ar/ es una referente autorizada en el diagnóstico y tratamiento de la pérdida de gusto y olfato, con más de 23 años de experiencia, principalmente en el Hospital de Clínicas dependiente de la Universidad de Bs. As. La especialista cuenta que, “en este tiempo de pandemia son cada vez más los pacientes que llegan con esta patología y distinta sintomatología de este virus Neurotropo (que ataca a los nervios), pero aclara que esta alteración es conocida hace tiempo: “la primera publicación sobre esta patología fue en 1899 en la que se describía la neuritis olfatoria. El auge del estudio de esta alteración se produce en las décadas del ´70 y ´80 en la que estudios realizados en EEUU describen los síntomas que conocemos hoy como la hiposmia, hipogeusia, disosmia o disgeusia causados por el virus de la Influenza, pero el trabajo de investigación más grande realizado en Alemania en 2006, determinó que son más de 200 virus los que pueden provocar esta patología, incluído el coronavirus de otras cepas“.

La especialista aclara que “ el olfato es muy vulnerable a diferentes virus, y hay otros, también neurotropos, que pueden dirigirse a otros nervios y provocar por ej. parálisis facial. Además puede ir hacia el techo de las fosas nasales, dónde el olor se une a los receptores y luego de dañar estas neuronas a veces atraviesa la lámina cribosa, ingresando al cerebro, dónde destruye células cerebrales que no se regeneran. Esta es una de las explicaciones para el Covid prolongado en algunos pacientes. Otros dicen que el virus puede afectar las células del gusto en la cavidad oral, pero en menor medida, ya que es muy raro que un paciente post-viral lo pierda totalmente, el gran ausente es el olfato en un 90% y suele confundir los gustos básicos como el dulce, salado, agrio y amargo con el sabor, que es el resultado del olfato, gusto y actividad trigeminal (V par craneal): a través de finas terminaciones nerviosas, da sensaciones táctiles: textura, o temperatura: ardor de la pimienta, frescura de la menta. El Covid, ahora sabemos, afecta a este sentido, llamado, sentido químico común, en un 37% de las personas“.

Consultada por la duración de los síntomas en personas que no han recuperado este sentido desde haber contraído la enfermedad la médica dice, “ hay múltiples estadísticas, ya que al principio en marzo de 2020, se recuperaba en 4, 5 días hasta mes y medio. Entonces nos preguntábamos ¿qué hace este virus que algunas personas lo recuperan más rápido? Estudios de la Universidad de Harvard sostienen que quienes se recuperan en menor tiempo es porque el virus no lesiona a las neuronas olfatorias, sino daña a las células de sostén y las basales. Lo que sabíamos de los virus anteriores, es que la recuperación espontánea se comenzaba a producir a los 8 meses, con una media de año o año y medio y hasta un máximo de 5 años posteriores“. En tal sentido la Dra. dice: “yo creo que las neuronas siempre se ven afectadas de manera directa e indirecta, pero no se sabe exactamente porque algunas personas pueden tardar tanto tiempo en recuperarlo. Hasta el día de hoy es una incógnita“.

Al respecto de los tratamientos y la forma de ayudar a recuperar el sentido del olfato la especialista señala que “ se usa la vitamina A por boca y en gotas nasales, el complejo B, la C (ácido ascórbico) solo o asociado al Zinc, y vitamina D que tiene propiedades antiinflamatorias, la vitamina E, Omega 3, los corticoides generales o locales para quitar la inflamación del principio y la acupuntura. En base a mi experiencia el paciente teme a lo desconocido y está desorientado no entiende qué le pasa, porque todos hablan de Hiposmia (reducción de olfato), Anosmia (pérdida total de olfato), Parosmia (distorsión del olfato) y Fantosmia (sentir olor que no está), que provocan que lo que antes era bueno o gustaba como el chocolate ahora no lo sea. La otra parte del tratamiento es la rehabilitación olfatoria, que se hace desde hace tiempo, pero en 2009, el Dr. Thomas Hummel (Dresden, Alemania), vuelve a mencionar a los ejercicios con olores como otra alternativa de tratamiento para la recuperación, teniendo en cuenta la neuroplasticidad de la vía olfatoria“. En tal sentido la Dra. especifica como se realiza: “son cuatro olores: la citronela (limón), el clavo de olor, olor a rosa y eucalipto. Entrenando con ellos el paciente puede mejorar, y luego ir incorporando otros olores, siempre dos veces por día, mañana y noche, por varios meses entre 4 y 12“.

Muchas cosas de la vida diaria están relacionadas con el olfato consultada sobre que le diría a las personas que están sufriendo este problema, la otorrinolaringóloga dice, “el paciente que no huele no siente un escape de gas, no se da cuenta de un incendio hasta que lo ve o puede ingerir comida en mal estado, pero a eso debemos agregarle toda la carga emocional de la que yo vengo bregando hace mucho tiempo, ya que el olfato es el sentido mas ancestral y está íntimamente ligado con las emociones. Mi consejo también a los profesionales, no olvidar que la gente no es una nariz o un cerebro y darle contención, escuchar al paciente angustiado y explicar que puede durar un tiempo y que con ejercicios olfatorios o complejos vitamínicos puede mejorar. Además, aconsejo hacer la consulta con el profesional idóneo, preguntar y exigir ser estudiados, por ejemplo con resonancia magnética, para saber si no hay otros problemas y por sobre todas las cosas tener paciencia, sabiendo que las emociones están ligadas con esta patología“. http://gracielamsoler.com.ar/