Coronavirus en Argentina: Situación actual a un año de la pandemia, nuevas cepas, posibles tratamientos, vacunación y regreso a las aulas

El cuadro de situación actual frente al covid-19 demuestra una apertura de actividades casi total y cierta “merma” en el registro de casos positivos. Nuestro país reporta más de 2 millones de infectados desde el comienzo de la pandemia, (aunque algunos médicos insisten en multiplicar la cifra por 7, porque se debe considerar a los asintomáticos y personas que nunca se enteraron que lo tuvieron), en tanto se refieren oficialmente más de 53.000 fallecidos.

Por: Cristina Cartier

La anhelada vacunación se desarrolla con demoras y desórdenes en relación a los grupos señalados en los protocolos mundiales. Claramente sin el total del personal de salud, ni adultos mayores vacunados, empiezan a hacerlo en docentes y no docentes. Consultado el médico infectólogo Dr. Hugo Pizzi, a poco más de un año de conocerse el coronavirus, y en relación a cuánto hemos aprendido, el especialista afirma que “En la historia de la medicina no sabíamos absolutamente nada del nuevo virus. Ha sido un aprendizaje diario, paulatino, con muchos golpes. Podemos afirmar contundentemente que todavía faltan muchas cosas por develar. A tal punto que no hace más de un par de semanas, por diferencia estadística, se argumentó otro signo de la piel y de la lengua. Es decir que todos los días estamos acaparando conocimientos. Ha sido clave el registro minucioso de lo que fue pasando. Por ejemplo hoy miramos cómo fue descripta el alta o la muerte de las personas que estuvieron internadas. Se conoció que la mayoría de las muertes presentaban déficit de vitamina D, en tanto la mayoría dados de alta rápidamente, tenían un tenor adecuado en su cuerpo, de dicha vitamina. También se llegó a la conclusión que el 18%, (aunque no significa la panacea, es un número importante), de que quiénes tenían grupo 0 de sangre, eran más refractarios a la contaminación del virus,  por una cuestión vinculada a un gen”.

Lamentablemente en este proceso de aprendizaje constante y sostenido que manifiesta el sector médico, muchas personas han quedado en el camino, y por consiguiente, muchas familias desarmadas por la pérdida de sus integrantes. Al mismo tiempo se interpreta que la ciencia médica establece sus conceptos a través de evidencias, y en tal sentido, el testimonio de los hechos en sí mismos dan cuenta de la realidad. “No nos olvidemos que todo ha sido muy impredecible, se trata de un virus con una capacidad destructiva inimaginable. Es muy importante que la gente sepa que los médicos tenemos contacto permanente con colegas de todo el mundo, así es como vamos intercambiando el resultado de las diferentes experiencias frente al covid-19”.

Tanto nuestro país como el resto del mundo experimenta una “moderada calma” en relación a la cantidad de personas afectadas diariamente. Algunos informes señalan que , después de tanta insistencia en cuanto a los cuidados para evitar contagios, la gente ha aprendido la lección en su gran mayoría, y mantiene la distancia física indicada, usan barbijo frente a otros, y tienen muy incorporado el lavado constante de manos. El Dr. Pizzi dice firmemente que: “Yo no sé si existe una merma. Uno debe analizar globalmente los cinco continentes, ya que se trata de un sufrimiento de todos los países del mundo. Lo que se observa ahora en Argentina es que  tenemos un rebrote del virus que ingresó el año pasado. Y eso se presenta únicamente por indisciplina de las personas. De las “fiestas clandestinas” que publican los medios de comunicación, ya se sabe que cada vez que las autoridades sanitarias desactivan esas reuniones masivas, les hacen hisopados a los detenidos, y se advierte luego un nivel de contagio muy importante (15% de resultados positivos en cada operativo). Se trata siempre de gente joven, que según las estadísticas, dependen de una familia, conviven con adultos mayores, y al volver a casa producen los contagios indeseados”.

El Dr. Hugo Pizzi junto a otros destacados colegas, fueron los responsables a nivel nacional, de diseñar los protocolos a implementar en hoteles, teatros, cines y establecimientos educativos. El calendario indica que volvieron las clases a las aulas, y usted remarca la necesidad de implementar “un ojo cariñoso” para vigilar el comportamiento de los niños en el cumplimiento de los protocolos. ¿Las clases presenciales pueden significar un factor contraproducente en cuanto a los contagios?

” Yo creo que todo puede funcionar perfectamente, pero tenemos que ser muy estrictos. Hay que saber aprovechar muy bien las buenas temperaturas, ya que mientras tanto vamos acumulando personas vacunadas. Si bien es cierto que el sector supo adaptarse muy bien, el hecho de no tener clases presenciales nos significó muchos disgustos. Padecemos una crisis educativa muy fuerte, el niño necesita “madurar”, y el proceso de enseñanza-aprendizaje no es únicamente terminología, léxico y demás, también es una cuestión de intercambio, de vida en sociedad para esos niños.

– Lamentablemente no se les permite la interacción debida. Se sabe que los niños no pueden jugar en los recreos en el marco de la presente escolaridad.

” Si, pero las planillas que voy observando son positivas. Sabemos que se han desactivado algunas aulas, teniendo que aislar a niños y maestros por la presencia de determinado síntoma. Obviamente ante una mínima duda, se respetan las reglas para evitar daños mayores. Antes de la pandemia muchos padres mandaban a sus hijos con moco a la escuela, la realidad actual requiere un compromiso de toda la sociedad para cuidarnos entre todos. Debemos volver a nuestra vida de antes, con estrictos controles y mucha responsabilidad compartida. Las clases presenciales en materias donde las prácticas son fundamentales, implica que debamos experimentar este regreso a las escuelas”.

Las nuevas cepas se suman a la complejidad de la pandemia. Existe hasta el momento una variable inglesa (Del Kent) que por ejemplo ha invadido las escuelas italianas teniendo que cerrar muchas de ellas. Las de origen brasilero y la sudafricana que aparentemente, tienen un menor nivel de presencia. ¿Nos influyen de forma negativa?

” En general lo que hay que tener en cuenta, es que cuando el ser humano impide la contaminación propia, el virus al ingresar tiene un comportamiento de replicación, y este mecanismo lleva a la mutación. Resumiendo un montón de hojas decimos que a menos contaminación, menos mutación del virus en cuestión. De todas las cepas que se informan, existe una (la sudafricana) que prácticamente anuló las vacunas norteamericanas. Estamos hablando de la presencia de desafíos nuevos todo el tiempo. La cepa de Brasil ha ocasionado un desastre, con ciudades como Manaos con una infraestructura sanitaria pésima, donde la mutación del coronavirus está matando a muchas personas, lo mismo está pasando  en Bolivia y Paraguay”.

La vacunación resulta un capítulo enorme.  ¿La desorganización forma parte de la emergencia que atravesamos?

” Primero, hay pocas vacunas. Segundo, no todos los distritos trabajan de igual manera. Donde existen universidades, aparecen voluntarios que colaboran espontáneamente (con personal e infraestructura a disposición). Todos los días se ven en las noticias un sinfín de irregularidades, hechos de poca seriedad que perjudican el operativo y desprestigian el buen actuar de muchos. Si no existe una mirada minuciosa de lo que sucede, van a ocurrir desprolijidades permanentemente”.

Un informe reciente de la revista científica “Nature” señala que en 2020 las personas hemos reparado en la tarea de higiene de todo tipo de superficies (picaportes, volantes, bolsas de las compras, alimentos, etc), incluso la información admite que se gastaron 4.500 millones de dólares en el mundo entero, en artículos de limpieza (lavandina, alcohol, etc). Dicha publicación afirma que el covid-19 está en el aire, que se contagia por los aerosoles que exhalamos al hablar, etc. Dejando en claro que existe poca evidencia de contagio por superficies. ¿Hemos perdido tiempo al exagerar estos cuidados?

” Muchos dijimos desde el primer día, que el aerosol de la saliva se mantiene en el aire, que las partículas caen en lugares cerrados al suelo luego de un par de horas de estar suspendidos en el aire,  de ahí la importancia de la ventilación y limpiar con 9 partes de agua y una parte de lavandina. Todo esto sigue vigente, con un concepto que en salud pública es irrefutable: si la población adhirió a una medida de salud, jamás podemos dar un paso atrás. Si le hemos enseñado a la gente a lavar sus verduras y sus manos, les puedo asegurar que nunca está de más. Los informes de los últimos meses señalan que hemos registrado menos neumonía y bronquitis, lo cuál es muy positivo, y se debe al comportamiento de la gente en su higiene diaria”.

Se habla de la importancia de fortalecer la ventilación en espacios cerrados. Se indica que debe ser “cruzada, distribuída y constante”. ¿Cómo lograr este objetivo en las escuelas cuando empiecen a bajar las temperaturas?

” Los informes climatológicos dicen que quizá tengamos días de frío mucho más adelante que en otros otoños. Quizá sea un invierno corto y no tan duro. La ventilación en micros, aviones y espacios cerrados en general ha cambiado. Tenemos que lograr muchas adaptaciones, y a medida que pasen los días, habrá más vacunados y al virus le va acostar mucho infectar”.

En relación a posibles soluciones terapéuticas frente al coronavirus, aparecen la “Ivermectrina” (antiparasitario) y otro antiviral de reciente conocimiento del que se realizan ensayos diferente ( Molnupiravir). ¿Qué opina usted?

” Son todas cosas nuevas que van saliendo, pero que al mismo ritmo se van desestimando para el covid-19. Lo único que ha solucionado problemas en esta pandemia, ha sido el plasma humano, correctamente usado, y entendiendo que no todos los plasmas cuentan con muchos anticuerpos. Este recurso es el único que funciona sin lugar a dudas”.